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Cristina quiere mirarse en el espejo de Lula

La expresidenta se sumó a la convocatoria para respaldar la candidatura del brasileño y “en contra de la proscripción judicial”

27 diciembre de 2017

“Lula crece en las encuestas en todos los escenarios de primera y segunda vuelta. La victoria de Lula sería el fracaso del golpe y permitiría la apertura de un nuevo ciclo político. Por lo tanto para evitar la candidatura de Lula vale todo”. Con este fragmentación de la solicitada de respaldo internacional que reprodujo en su cuenta de Facebook, la expresidenta Cristina Kirchner respaldó la precandidatura del dirigente del Partido de los Trabajadores y solicitó que no se lo proscriba judicialmente. La actual senadora pretende reflejarse en el itinerario de Lula, que mientras pugna contra el acecho de la Justicia brasileña, que ya alcanzó a varios de sus funcionarios, tiene chances concretas en las presidenciales de 2018.

La situación de Lula, de todos modos, es complicada. El próximo 24 de enero será una fecha importante para sus pretensiones. Ese día el Tribunal Regional de Porto Alegre tendrá que fallar sobre la apelación del expresidente a la condena de 9 años y 6 meses de prisión por corrupción que Lula, de 72 años, recibió del juez Sérgio Moro, en la Operación Lava Jato. De darse un fallo en su contra, tendrá la posibilidad de volver a apelar ante el Supremo Tribunal Federal. Esto le ofrecería tiempo para encarar la campaña, pero también lo pondría en mayores apuros. “Hasta las elecciones de octubre habrá tiempo para los recursos y será posible inscribir la candidatura”, señaló hace unos días el diputado y asesor jurídico de Lula, Paulo Teixeira, del PT, respecto la imposibilidad que marcaría la Ley de Ficha Limpia.

Cerca de Lula son optimistas. Además de las encuestas en su favor, Lula cuenta con el bajísimo nivel de aceptación del presidente Michel Temer, sucesor de Dilma Rousseff luego de su destitución, y la ausencia de figuras relevantes en el oficialismo para enfrentarlo. Cerca de Cristina, saben que su situación tiene sus diferencias, pero apuestan a marcar similitudes. Por caso, en la denuncia de persecución ante la detenciones de varios de sus funcionarios, su exvicepresidente Amado Boudou incluido. “El plan estratégico en curso, después de apartar a Dilma de la presidencia, retira los derechos de los trabajadores, pone en peligro la seguridad social, privatiza la Petrobras, la Eletrobras y los bancos públicos, además de abandonar la política exterior activa y altiva”, dice el petitorio que firmó Cristina. Más allá de las diferencias en su contenido, en Brasil se aprobó la reforma laboral que elevó Temer, pero no pudo avanzar con la reforma previsional, al revés de lo que pasó en Argentina.

Mientras Lula cerró su recorrida por Brasil hace unos días, Cristina debutará hoy en el Senado con la discusión del Presupuesto 2018. No estuvo presente en el plenario de comisiones, pero sí se reunió con su bloque. Se da por descontado que tendrá protagonismo en el debate, con un discurso que será esperado por propios y ajenos. Mientras espera que no avancen los pedidos de desafuero. Respecto de este tema, como de varios otros, mirará de reojo a Miguel Angel Pichetto, presidente del bloque del peronismo no kirchnerista.

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