A las 11:42, la expresidenta Cristina Kirchner tomó la palabra por una cuestión de privilegio, que duraría 24 minutos y 59 segundos. Casi quince minutos por sobre el tiempo que se suele utilizar para ese tipo de intervención (diez minutos). Cuestionó al oficialismo por la actuación en su situación judicial y también por el tratamiento de la reforma previsional.
Desde que el juez federal Claudio Bonadio exigió el desafuero para la detención preventiva de CFK por “traición a la patria”, en el marco de la causa iniciada por el fiscal Alberto Nisman por el atentado a la Amia, distintos senadores del oficialismo solicitaron que se avance con la constitución de la comisión de Asuntos Constitucionales para que se trate el pedido del magistrado. Cristina tomó ayer la palabra y contestó: “La intencionalidad clara de decir que no se constituye la comisión para evitar el tratamiento es un argumento que al poco de explorar se derrumba”.
La senadora aclaró que, para avanzar con el desafuero, no se requiere de constituir la comisión, sino que alcanza con que se reúnan dos tercios del cuerpo en el Senado y se avance con el proyecto.
Cuando ya superaba los quince minutos de oratoria, y sorteaba los intentos de Gabriela Michetti (presidenta del Senado) para que se detenga, la exmandataria pasó a cuestionar al Gobierno en distintos ámbitos. Hizo mención a la presunta extorsión de funcionarios del Gobierno Nacional hacia los gobernadores para lograr el acompañamiento de los legisladores de las distintas provincias durante el debate del proyecto jubilatorio, al sostener que “eso es alterar la voluntad de la representación popular y con riesgos institucionales”.
Michetti insistía con frenarla, y CFK contestó, otra vez: “Si, voy a discutir todo señora presidenta, porque para eso me votaron. Es posible que a usted no le guste el tipo de oposición que hacemos. A mi no me gusta el Gobierno que ustedes hacen”. Continuó con un tiro por elevación hacia el jefe de la primera minoría, Miguel Angel Pichetto, del bloque Justicialista, al considerar que forma parte de una oposición diseñada por el oficialismo.
