La tasa de desempleo en Estados Unidos bajó a 4,1% en octubre, el registro más bajo desde 2000. Y algunos analistas estiman que podría ubicarse en el 4% a fin de año. Estos datos del mercado de trabajo confirman que la Reserva Federal subirá la tasa de interés en su próxima reunión prevista para mediados de diciembre. Poco tiempo después Janet Yellen será reemplazada por Jay Powell que tendrá que enfrentar rápidamente algunos desafíos porque hay algunos que consideran que la economía puede recalentarse. En ese caso, Powell podría llegar a subir las tasas en 2018 en cuatro oportunidades y no en tres como en principio está previsto. Pero Donald Trump es partidario de las tasas bajas porque eso permitiría que la economía crezca a tasas más altas.
Pero por otro lado, la reducción de impuestos que se está discutiendo en el Congreso puede llevar a una suba del déficit fiscal que acelera la tasa de inflación. En ese caso, la Fed podría inclinarse por endurecer la política monetaria aunque a la Casa Blanca no le guste y con todos los riesgos que ese paso implica para el nivel de actividad.
De todas maneras, más allá de la baja del desempleo y la suba del PIB en torno al 3% en los dos últimos trimestres, la tasa de inflación no se acerca a la meta del 2% de la Fed. Pero la mayoría de los analistas considera que en este contexto los precios se acelerarán ? más aún si se reducen los impuestos? y por lo tanto consideran que la Fed debe estar atenta para actuar antes.
