El Gobierno no cree que EE.UU. vaya a cambiar su posición respecto a las elevadas tarifas que aplicó sobre sus importaciones de biodiésel (por considerar que Argentina subsidia el combustible elaborado en base a aceite de soja), informó ayer Reuters.
“No tenemos muchas expectativas hacia adelante”, dijo, ante ese medio, el secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Horacio Reyser, quien había intentado negociar un fallido acuerdo de suspensión de la medida, a cambio de fijar un precio mínimo para los envíos del biocombustible a EE.UU.
El propio Mauricio Macri, recordó Reuters, dijo en una entrevista reciente que si EE.UU. confirma definitivamente los aranceles, que dejaron al biodiésel nacional fuera del mercado al que enviaba más del 90% de sus embarques, llevará el caso a la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Reyser señaló que habrá que esperar a que el Departamento de Comercio estadounidense finalice su investigación sobre los envíos de biodiésel de Argentina. “Luego de esa instancia, que sería para diciembre o enero, estarían las puertas abiertas para nosotros para eventualmente concurrir a la OMC con este tema”, dijo.
Asimismo, Reyser dijo que el pleito por el biodiésel se debe a la presión del sector privado de la principal economía del mundo y sostuvo, acaso como compensación, que Washington autorizará pronto el ingreso de carne bovina argentina a su mercado. “Estamos muy cerca”, consideró.
