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El déficit industrial va a ser récord en 2017: US$ 35.000 millones

Según afirmó Diego Coatz, el desafío que viene es tan obvio como complejo: potenciar las exportaciones industriales

29 noviembre de 2017

La diferencia entre las exportaciones y las importaciones industriales, es decir, la balanza comercial del sector, será deficitaria en nada menos que U$S 35.000 millones en 2017. La cifra, presentada ayer por Diego Coatz en el marco de la Conferencia Industrial de la UIA, muestra una tendencia preocupante y que no hace más que agravarse.

Asimismo, el director ejecutivo de la central empresaria mostró que ese desequilibrio récord se explica por un rojo de U$S 11.252 millones con China, U$S 10.316 con Brasil, U$S 9.612 millones con la Unión Europea (UE) ?una alerta a la hora de elucubrar posibles impactos de un acuerdo de libre comercio en ciernes? y, por último, uno de algo menos de U$S 3.500 millones con EE.UU.

El desafío es tan obvio como difícil: potenciar las exportaciones industriales. Es cierto, como dice el Gobierno (y, sobre todo, las cifras), que vienen creciendo 12,6% en 2017, pero siguen siendo muy escasas: apenas U$S 15.387 millones en los primeros 10 meses del 2017. Asimismo, esa canasta industrial está muy poco diversificada: entre esos U$S 15.387 millones hay U$S 4.754 millones de material de transporte terrestre, U$S 3.575 millones de productos químicos y U$S 2.043 millones de piedras y metales preciosos. Por supuesto, ese rojo de U$S 35.000 millones en emergente y un síntoma de una industria poco competitiva que exporta poco y tienen baja capacidad de abastecimiento local de su propio entramado. Allí aparecen varios factores que generan, por ejemplo, que los industriales partan desde atrás cuando deban competir con sus pares de otras latitudes. El financiamiento es uno de esos temas, aunque no el único.  “Las tasas elevadas presionan aún más al sector real”, esgrimió Coatz y sugirió la “necesidad de contar con líneas de financiamiento productivo para pymes”. Un crédito que, además, es costoso y pequeño.

“Tenemos un sistema financiero de país pobre; el acceso al crédito es mínimo y se restringe aún más para las pymes”, dijo Coatz. En números: apenas 2,2% del PIB. Además, está muy concentrado en AMBA: cada $31 de financiamiento en CABA hay apenas $1 en el NOA. No casualmente por cada 6 industrias que hay en CABA hay sólo una en el NEA.

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