Los coletazos de lo que promete ser el impuesto a la renta financiera no se hacen esperar. Mientras que el Gobierno busca que los activos en dólares, sean bonos soberanos, corporativos, provinciales, tributen 15% sobre las ganancias, hay voces que ya empezaron a alertar acerca del real alcance de la medida. Por ejemplo, abogados muy respetados en materia de deuda en EE.UU. están avisando a sus clientes (argentinos) que muy posiblemente el Gobierno tenga que desistir de cobrarle ese impuesto por lo menos a los títulos en dólares amparados bajo la ley de Nueva York. Las razones que esgrimen los especialistas es que EE.UU. no permite que haya doble criterio tributario para la misma especie de bonos. Léase: no puede ser que el inversor extranjero que tenga bonos argentinos ley NY no pague ningún tipo de impuesto mientras que otra clase de inversores (en este caso argentinos) sí tengan que pagar.
“Normalmente, a un bono ya emitido no podés agregarle un impuesto. Y en EE.UU., más precisamente en Nueva York, no podés discriminar por residencia. Con lo cual si el Gobierno quisiera avanzar en esta discriminación, tranquilamente algún bonista argentino podría pedir que la justicia americana intervenga”, explicó un avezado abogado desde Nueva York.
Distinta sería la situación para los bonos en dólares ley argentina, mientras que sigue siendo discutible todo el resto en el sentido de que no extrañaría que los inversores recurran a la Justicia, sea local o extranjera, ya que compraron un activo con ciertas características (la no tributación de Ganancias) y ahora el Estado pretende cambiar esa condición.
“No creo que hayan pensado bien el alcance de la medida. Me parece que están jugando para la tribuna en el sentido de que quieren mostrarse antimercado cuando todo el mundo sabe de los lazos de este Gobierno con el mundo financiero”, decía ofuscado un banquero privado.
Para los financistas locales, está claro, la medida lanzada por Nicolás Dujovne es muy mala. No sólo atentará para que el mercado de capitales sea menos atractivo, sino que termina por castigar a los ahorristas en un país donde precisamente el ahorro no es tarea sencilla.
Entre los economistas, hubo casi unanimidad en las críticas (siempre quitando de la lista a los que buscan candidatearse para algún puesto en el Estado).
Para el economista Iván Carrino, por ejemplo, la reforma tributaria no elimina ningún impuesto, no baja la presión fiscal, no simplifica el sistema, y es paternalista. El analista Christian Buteler añadió que lo único que le faltó a Dujovne es proponer el impuesto a la herencia. “No lo hacen porque estiman que cuando uno muera ya no van a tener nada para sacar”, dijo irónicamente. Diego Giacomini, de Economía & Regiones, señaló que al proyecto de Dujovne la palabra 'reforma' le queda gigante. “Nada cambia. Más de lo mismo. Continuemos. Seguiremos languideciendo”, arremetió. Más moderado, Claudio Zuchovicki, funcionario de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, manifestó que “algún día van a cambiar los vientos externos y van a necesitar el ahorro interno para financiarse. Si están a tiempo piensen las medidas”. Por lo pronto, hoy Mauricio Macri irá al cóctel del BYMA (Bolsas y Mercados Argentinos) y seguramente escuchará algunas críticas en privado por parte de la cúpula del mercado local por la aplicación de la renta financiera. Claro, las mayores voces en contra se escucharán luego en las reuniones privadas sin Macri presente.
Caputo
