Donald Trump le dijo ayer a los periodistas en la Casa Blanca que es inminente su decisión sobre a quien propondrá para ocupar la presidencia de la Reserva Federal a partir de febrero de 2018. Hasta hace unos días había cinco candidatos, pero la lista se fue reduciendo. Los analistas creen que quedaron solo dos. Una sería la nominación de Jerome Powell al frente del organismo mientras que John Taylor sería el vicepresidente. Un esquema similar al que se daba con Janet Yellen y Stanley Fischer como número dos pero con mucha influencia.
Powell es actualmente uno de los gobernadores de la Fed y sus posiciones en materia de política monetaria nunca difirieron mucho de las de Yellen aunque tiene una posición más blanda en materia de regulación del sistema financiero. A su vez, la presencia de Taylor le daría rigurosidad técnica a la fórmula dado que Powell no es economista. Los mercados leerían estas designaciones como un avance hacía políticas monetarias más restrictivas.
La otra opción, en realidad la segunda según la opinión de los expertos, sería que se proponga a Yellen para otro mandato. La gestión de Yellen está bien evaluada por distintos sectores económicos pero su continuidad sería vista como contraria a la idea de cambio que la Casa Blanca quiere mostrar en todas las áreas. De todas maneras, nada puede descartarse porque Trump criticó duramente a Yellen durante la campaña presidencial pero recientemente la elogió en varias oportunidades.
La tradición de las últimas décadas es que los presidentes le ofrezcan otro mandato al titular de la Fed que designó su antecesor pero, en estos tiempos, todo es distinto en Washington.
