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La CGT buscará limar asperezas internas

Se reunirá mañana el comité confederal en la sede de La Fraternidad: evaluarán la relación con el Gobierno luego de las elecciones y los cortocircuitos entre dirigentes

02 octubre de 2017

Hacia adentro, hacia afuera y a puertas cerradas. La reunión del comité confederal de la CGT, que se realizará mañana en la sede de La Fraternidad, intentará ofrecer mensajes en varios sentidos. Por un lado, buscará limar asperezas entre sus dirigentes luego de algunos cortocircuitos internos y miradas distintas sobre el escenario político actual y el rol que la central tendría que jugar en él. El duro discurso de Juan Carlos Schmid, en la marcha del 22 de agosto último, hizo por muchos motivos. Incluido, el bajo nivel de acompañamiento de los otros dos triunviros. Por el otro, el encuentro de dirigentes intentará encontrar un punto de equilibrio entre la predisposición al diálogo con el Gobierno y ciertos límites ante posibles cambios en la legislación laboral. Los resultados electorales de las generales, con una buena elección posible de Cambiemos, oficia como margen variable o límite posible.

Una de las novedades del encuentro de mañana, en ese sentido, será la participación de los gremios que conforman el Movimiento de Acción Sindical Argentino (conocido por sus siglas MASA), que no formaron parte de la unificación de la central en agosto del año pasado. En este contexto, sería una señal de fortalecimiento de la conducción de la central, luego de varios cuestionamientos cruzados. Omar Viviani, de la Federación de Peones de Taxi, y Sergio Sasia, de la Unión Ferroviaria, anticiparon la confluencia, que arrimaría a unos cuantos gremios más de los denominados chicos. No es el caso de Smata, que se desvinculó del sector por sus divergencias electorales: la conducción de Ricardo Pignanelli cuestionó el apoyo dado a Florencio Randazzo y Cumplir.

En cuanto a los liderazgos, la reunión del confederal podría fortalecer la posición intermedia de Héctor Daer. Diputado nacional por el Bloque Justicialista, Daer había tomado distancia de la posición dura contra el Gobierno, en la última manifestación de la CGT, cuando Schimid se convirtió en vocero de los sectores más críticos con la política económica de Cambiemos. Por otra parte, el dirigente es el que tiene mejor vínculo con el ministro de Trabajo Jorge Triaca. En ese juego de aminorar la confrontación y plantear límites a una posible negociación, Daer podría ganar terreno. Mientras que se espera la confirmación de algunos referentes que ocupan menos espacios formales en la conducción actual, pero que tienen su peso en las decisiones, como Hugo Moyano y Antonio Caló. Mientras que el presidente de Independiente procura mantenerse al margen de la disputa de coyuntura, su hijo Pablo aparece como uno de los dirigentes más críticos, con gestos de acercamiento concretos al bancario Sergio Palazzo y la Corriente Federal de Trabajadores, cercanos al kirchnerismo.

Por cierto, el encuentro a puertas cerradas también estará atravesado por la mira judicial sobre varios dirigentes. Los casos de Omar “Caballo” Suárez, del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos, y de Juan Pablo “Pata” Medina, de la UOCRA platense, sirven de antecedentes. Que preocupan entre los cuadros altos y medios del gremialismo.

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