El Banco Central decidió mantener su tasa de política monetaria en 26,25%, al tiempo que ratificó la decisión de continuar restringiendo las condiciones de liquidez del mercado a través de operaciones en el mercado secundario de Lebac.
En un comunicado de prensa, la entidad que conduce Federico Sturzenegger sostuvo que, pese a la desaceleración inflacionaria de agosto, "considera apropiado mantener su sesgo contractivo y enfocar sus esfuerzos en finalizar el año con una inflación acercándose al 1% mensual, de manera que sea consistente con la meta del 2018 de (finalizar el año dentro de un rango de entre) 10% y 12%".
La autoridad monetaria recordó que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) nacional del Indec midió una suba de precios de 1,4% para el nivel general y también 1,4% para el núcleo, lo que representó una redución de tres y cuatro décimas respecto a julio pasado, respectivamente.
En base a las proyecciones existentes en el mercado, las expectativas de inflación para fin de 2017 se ubican en torno al 22% anual, mientras que para los próximos 12 meses aumentaron de 17,1% a 17,2% y para 2018 de 15,5% a 15,7%.
El Banco Central reconoció que la desaceleración de la inflación verificada en el segundo semestre de 2016 "llevó a un relajamiento de la política monetaria que, combinado con aumentos de precios regulados, se tradujo en inflaciones superiores a las buscadas durante el trimestre febrero-abril,
comprometiendo el cumplimiento de la meta de 2017" de 17% como máximo.
La entidad, por último, precisó que "los indicadores de alta frecuencia sugieren que en septiembre la inflación se mantiene en valores acotados y con perspectivas de consolidar la desaceleración".
