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Urtubey intenta disputar protagonismo a Schiaretti

La lucha por el liderazgo peronista tuvo sus primeros movimientos tras los resultados de las primarias

15 agosto de 2017

Mientras que en la provincia de Buenos Aires todavía se discute el resultado final de las elecciones a senador nacional, el peronismo del interior comenzó a procesar de a poco varios de los resultados que complicaron la suerte de sus líderes territoriales. El caso de Juan Schiaretti, gobernador de Córdoba, es el más resonante. Pero no el único. Colocó a su vicegobernador Martín Llaryora como cabeza de lista y a su esposa Alejandra Vigo en segundo lugar, y aún así no pudo evitar la derrota ante Cambiemos, por 44,5% a 28,5%, que complica sus aspiraciones de trascender más allá de su provincia. Por caso, la conformación de la liga de gobernadores y su intento de convertirse en su principal referencia.

Ese espacio espera ocuparlo Juan Manuel Urtubey, el mandatario salteño, que logró una ventaja de 13 puntos sobre la lista de Cambiemos. “Vamos a contribuir a la gobernabilidad en la Argentina, pero lo vamos a hacer desde Salta”, sostuvo, en sintonía con la buena relación que estableció hasta aquí con el gobierno del presidente Mauricio Macri. Parecida sintonía a la que tenía Schiaretti con el Ejecutivo Nacional, interrumpida bruscamente durante las últimas semanas, por acusaciones cruzadas, disputas por recursos para obras y el calor de la campaña cordobesa.

Si Schiaretti no tuvo buen punto de partida hacia las generales de octubre, tampoco pudo hacer fuerte en su terruño el entrerriano Gustavo Bordet, derrotado por la lista de Cambiemos, en una de las elecciones más polarizadas del interior. “Estoy satisfecho con el resultado obtenido por nuestra lista. Ahora es tiempo de crecer con una construcción política fuerte de cara a octubre”, sostuvo, uno de los organizadores del encuentro de gobernadores a principios de agosto. En la Casa de Entre Ríos en la Ciudad de Buenos Aires, precisamente.

De los mandatarios que participaron de esa convocatoria, el pampeano Carlos Verna y la fueguina Rosana Bertone fueron las otras figuras derrotadas. En el caso de Verna, uno de los más duros con el Gobierno de Cambiemos, por algo más de 10% y con expectativas de revertir ante el frente de tres listas del oficialismo nacional. En el de Bertone, más amigable con Macri, frente al kirchnerismo, que gobierna las dos ciudad más importantes de la provincia, Ushuaia y Río Grande. Esa buena performance de los sectores más cercanos a la expresidenta Cristina Kirchner también se dio en Río Negro, con María Emilia Soria, y en Chubut, con Ricardo Fueyo. Además, por cierto, del meritorio triunfo de Agustín Rossi, en Santa Fe. Por sobre la exjueza Alejandra Rodenas, que tenía el apoyo del grueso de la estructura partidaria y los sindicales provinciales. Y, en conjunto, por sobre Cambiemos y el Frente Progresista Cívico y Social.

Los ocho gobernadores restantes, no obstante, pudieron revalidar. Además de Urtubey, Juan Manzur (Tucumán), Lucía Corpacci (Catamarca), Sergio Casas (La Rioja), Sergio Uñac (San Juan), Domingo Peppo (Chaco), Hugo Passalacqua (Misiones) y Gildo Insfrán (Formosa). Aunque tendrán que esperar a octubre para ver cómo quedan las piezas en el nuevo tablero y con qué relación de fuerzas quedan cada uno. Por lo pronto, la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, mandó un primer mensaje en ese sentido. Ratificó el reclamo para que sea actualizado el Fondo del Conurbano bonaerense, que permanece congelado desde 1996. “Pelear por el Fondo es mi obligación y mi responsabilidad”, aseguró la gobernadora en conferencia de prensa, dispuesta a avanzar en el reclamo.

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