El Economista - 70 años
Versión digital

vie 19 Abr

BUE 17°C

Se aplana la curva de Lebac

En los últimos días de la semana pasada, el BCRA comenzó a mostrar una curva aplanada en las tasas de las Lebac. ¿Qué implica?

07 agosto de 2017

Por Matías Daghero Autor de “Con los $ que tengo, ¿qué hago?”

Desde que asumiera como presidente del BCRA a finales de 2015, Federico Sturzenegger ha hecho de la política monetaria a través de las tasas de interés una herramienta clave para combatir la inflación.

Y desde aquel momento esta estrategia ha sido llevada adelante con lo que los economistas y técnicos denominan una “curva de tasas invertida”.

Esta curva explicada en términos más simples se refiere a que las tasas de corto plazo pagan un interés mayor a las tasas de largo plazo. Esto es una situación atípica, ya que lo normal es que a mayor plazo mayor es la tasa esperada según rezan los manuales de finanzas. Estas curvas invertidas tienen dos razones de ser fundamentales. La primera de ellas es cuando se espera una recesión. En este sentido, al esperarse un menor crecimiento de la economía también lo serán las rentabilidades, por lo que esa menor rentabilidad en la economía real también se ve reflejada en las expectativas del mercado de bonos.

En segundo término, esta curva invertida también es utilizada (y es el caso que aplica en mayor medida al caso actual argentino) en procesos de desinflación. Esto se debe a que el mantener una tasa de interés real (es decir, ajustada por inflación) positiva constante, si la tasa de inflación va a ir disminuyendo, la tasa en términos nominales también lo debe ir haciendo.

Desde que asumiera como presidente del BCRA a finales de 2015, Federico Sturzenegger ha hecho de la política monetaria a través de las tasas de interés una herramienta clave para combatir la inflación

Sin embargo, en los últimos días de la semana pasada el BCRA comenzó a mostrar una curva aplanada en las tasas de las Lebac. Esto significa que las tasas de corto plazo comenzaron a pagar lo mismo que las tasas de largo.

A pesar de que no se llegaron a aplanar por completo, ya representa un cambio de tendencia respecto al comportamiento que venía mostrando en los últimos veinte meses.

Si bien en la licitación anterior el mercado secundario resultó ser un buen predictor de lo que finalmente sucedió en la licitación, el momento clave para observar si el BCRA confirma esta nueva estrategia será el próximo día 15, cuando apenas dos días después de las PASO Sturzenegger y su equipo deban enfrentar vencimientos de Lebacs por más de $ 535.000 millones.

Implicancias para el inversor

Más allá de los aspectos técnicos, el ahorrista de Lebac (que haya decidido mantenerse en pesos luego de las elecciones) puede preguntarse a qué plazo le conviene colocar sus pesos en la próxima licitación.

Y aquí es importante tener presente en qué escenario se beneficia cada una de las letras.

Si se da un escenario en que la inflación no disminuye al ritmo deseado por el BCRA, difícilmente pueda bajar las tasas de interés y se verá obligado a meter volantazos (como ya tuvo que hacer al menos un par de veces en el pasado) subiendo las tasas. En este escenario, las altas tasas de corto plazo son las más convenientes y evitan estar colocados a menores tasas por un plazo más prolongado (como si lo hacen las de largo plazo).

Si se da un escenario en que la inflación no disminuye al ritmo deseado por el BCRA, difícilmente pueda bajar las tasas de interés y se verá obligado a meter volantazos

En el cual, frente a un escenario en donde la inflación pueda ser contenida, el BCRA puede avanzar en la normalización de la curva y disminuir las tasas de interés. De presentarse esto, las letras de más largo plazo serían las más recomendables ya que permitirían al inversor estar colocado a una tasa más elevada por un plazo mayor o realizar una ganancia de capital incluso más alta de realizar una venta anticipada de la Lebac fruto de la reducción de las tasas (al estar fija la tasa de interés frente a una baja en las tasas de mercado las Lebacs suben de precio).

Con estos dos escenarios en mente, el inversor que sea optimista respecto a la evolución del peso frente al dólar puede optar por el plazo que considere que más se beneficiara con el escenario de mayor probabilidad de ocurrencia.

Seguí leyendo

Enterate primero

Economía + las noticias de Argentina y del mundo en tu correo

Indica tus temas de interés