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PASO, mercados y economía

El precio de los activos refleja un triunfo oficialista en el país y una derrota en la PBA

10 agosto de 2017

Por Francisco Sánchez

La dolarización de algunas carteras de inversión y la reducción de las posiciones de los inversores globales en  Argentina lleva a pensar acerca del impacto de las PASO en el mercado y en la economía. Hoy las encuestas publicadas parecen indicar que el escenario más probable es aquel en el que Cambiemos pierde en las PASO de la provincia de Buenos Aires por un margen pequeño y hace una buena elección en el interior del país.

Al menos este parece ser el escenario que reflejan los precios de los activos financieros luego de la corrección de los últimos meses a partir de: 1) el ascenso frustrado a emergente, 2) el affaire del impuesto a los extranjeros y 3) la aparición en escena de una Cristina competitiva.

Esto en alguna medida depende de la lectura que se haga el lunes del resultado, lo que también es algo incierto. Por ejemplo, los analistas del Citi sostienen que el resultado en PBA puede tener preeminencia sobre el resultado en el interior del país: “En 2009 y 2013 ?escriben- la percepción de que el kirchnerismo fue derrotado no se debió a los resultados a nivel nacional (ya que fue el partido/coalición más votado) sino a los resultados a nivel provincial”.

Hoy las encuestas publicadas parecen indicar que el escenario más probable es aquel en el que Cambiemos pierde en las PASO de la provincia de Buenos Aires

Pero esta lectura de un resultado mixto no es inmediata. Depende de qué tan amplia sea la victoria de CFK y, por lo tanto, del pronóstico hacia las elecciones del 22 de octubre, que son finalmente las que importan. En el mercado, con algo de resignación hacia las PASO, miran con más esperanza a las legislativas. La polarización, con la fuga de votos de Sergio Massa y Florencio Randazzo, debería favorecer al Gobierno. La concurrencia a votar debería ser mayor en las legislativas, lo que también favorece a Cambiemos. Y con el resultado discriminado hasta por escuela, el equipo de María E. Vidal debería poder focalizar los próximos tres meses de acción de Gobierno en aquellos lugares donde les fue peor. Es así como otros analistas, en el HSBC por ejemplo, señalan que con este resultado mixto la incertidumbre no se va a resolver el lunes que viene y va a permanecer alta hasta octubre.

¿Y si los sondeos no tienen razón?

Si uno se aleja del promedio de las encuestas y visita los extremos, hay dos escenarios sorpresa: uno negativo y otro positivo. Una victoria apabullante de CFK en la PBA y una performance mediocre en el interior del país tendrían consecuencias negativas: inversores saliendo de activos argentinos, profundización de la dolarización, aumento del costo de financiamiento y, claro, menor crecimiento. En este escenario se descuenta que la capacidad política de llevar adelante las reformas pendientes sería baja y el riesgo de Mauricio Macri “pato rengo” alto.

La polarización, con la fuga de votos de Sergio Massa y Florencio Randazzo, debería favorecer al Gobierno

La sorpresa positiva es ganar la PBA con una performance excelente en interior del país. La dinámica sería la inversa: entrada de capitales, desdolarización, fortaleza del peso, caída en el costo de financiamiento, mayor crecimiento y poder político para emprender las reformas.

Las PASO ahora, y las elecciones legislativas después, son menos importantes por el cambio en la composición del Congreso que por la señal que los inversores y los decisores van a extraer de ellas: la sostenibilidad política del proceso de reforma económica.

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