Ayer se publicó el IPC Congreso de julio. Dio una aceleración importante, en línea con lo que se espera para el IPC Nacional: 2,1%. El acumulado del año también dio en línea con lo que se espera: 14%, cerca del techo de las metas de inflación del BCRA para la totalidad del año. La interanual dio 22,9%, casi un punto por encima de lo que se puso como meta Reconquista 266.
Cosas de la vida: este mes se cumplirá un año de la frase del en ese entonces ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, que dijo que la inflación ya no era un tema. Y los precios siguen mostrando una notable resiliencia: justo cuando parece que aflojan, porque los regulados dan un respiro junto con el dólar planchado de la mano del endeudamiento, de golpe vuelven a saltar, de la mano de los regulados.
Causas
El comunicado del IPC Congreso señaló que los altos números de julio están relacionados con “la inercia inflacionaria de los últimos diez años”, dejando de lado la mera explicación monetaria. Según el comunicado, la inercia planteó siempre un nivel similar en los últimos diez años “exceptuando los picos donde se combinaron devaluación con suba de tarifas”.
En ese sentido, expresó: “Reafirmamos que la lucha contra la inflación aún está lejos de ser ganada, y hacerlo es absolutamente central ya que es el principal problema de la economía argentina. Pero hacerlo implica abordar el problema de manera integral, y no con compartimentos estancos, para lograrlo al menor costo social posible”.
En particular, las causas específicas de la aceleración inflacionaria de julio son conocidas y en ese sentido la medición de los equipos económicos del Frente Renovador y el GEN, integrantes de 1PAIS no presentaron sorpresas: “Las principales subas del mes estuvieron explicadas por atención médica y gastos para la salud (subas en prepagas), transporte y comunicaciones (aumentos en naftas y taxis), otros bienes y servicios (cigarrillos) y esparcimiento”.
El comunicado del IPC Congreso señaló que los altos números de julio están relacionados con “la inercia inflacionaria de los últimos diez años”, dejando de lado la mera explicación monetaria
Cómo sigue
Para agosto ya hay pactada otra suba de prepagas (será del 5%) y además habrá que ver cómo impactan los movimientos al alza del dólar. Hacia adelante, a la problemática de un tipo de cambio que no se puede saber cómo evolucionará, se suma la de los ajustes tarifarios pendientes.
En ese sentido, el comunicado de ayer destacó: “También preocupa que por octavo año consecutivo la inflación no podrá romper el piso de 20%, ya que para hacerlo debería promediar apenas 1% en los próximos 5 meses, cuando restan por delante aumentos ya aprobados en prepagas, hay subas pendientes de tarifas y aún hay que monitorear si el reciente movimiento del dólar tendrá un impacto adicional sobre los precios domésticos”.
