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Cambiemos considera que en octubre le irá mejor

La posibilidad de consolidar el caudal de votos de las primarias. Los escenarios posibles y la fragmentación del peronismo

22 agosto de 2017

El Gobierno siempre pensó que en octubre le iba a ir mejor que en agosto. Y los resultados de las primarias fortalecieron esa creencia por la confluencia de varios factores. En las elecciones generales se suele premiar a los ganadores y castigar a los perdedores de las PASO y quedó instalada la idea de que al Gobierno le fue mejor que a las relativamente dispersas fuerzas de la oposición. Si en octubre Cambiemos consolida el 40% de los votos en el ámbito nacional, eventualmente podría ser derrotado en 2019 sólo si el peronismo se unifica, lo que en este momento parece improbable.

En el caso de la provincia de Buenos Aires, Cambiemos ganó en todas las categorías con excepción de la elección de senadores en la cual este viernes probablemente se confirme que ganó Cristina Kirchner. La situación del oficialismo no se modificará sustancialmente ante una derrota ajustada pero para el kirchnerismo el triunfo es vital para evitar ser visto como el gran perdedor de la elección y sin ningún resultado para mostrar porque eso tendría consecuencias negativas sobre el ánimo de los votantes.

También Buenos Aires, el oficialismo aspira a verse beneficiado por la mayor polarización que siempre es mayor en las generales que en las primarias. En octubre, Sergio Massa y Florencio Randazzo podrían perder votos y en Cambiemos consideran que son más antikirchneristas que antimacristas. También la concurrencia sería mayor y quedan en disputa los votos de los que no lograron el 5%, muchos de los cuales podrían alimentar el voto en blanco, y en menor medida a Cristina.

En el oficialismo están convencidos de que la economía les dará una mano porque todos los indicadores relevantes estarán un poco mejor el 22 de octubre de lo que estuvieron el 13 de agosto. Los dos índices de precios que se conocerán antes de las elecciones, estarán en torno al 1,5%, el nivel de actividad seguirá tonificándose y no habrá sobresaltos financieros porque el dólar se mantendrá estable. Sólo en el caso de la creación de empleo no cabe esperar avances sustantivos. La marcha de economía y las consecuencias sociales que produce es un dato clave porque es el eje de la campaña de la oposición. Además, cualquier mejora fortalece la convicción de un futuro mejor que es lo que promete Cambiemos para contraponer a un presente duro que afecta a los  sectores que conforman la base electoral del kirchnerismo.

Queda finalmente lo que pueda aportar la campaña. Allí Cambiemos también considera contar con una ventaja ya que cuenta con los recursos del Estado para atender a los sectores y zonas que les fueron más reacios a la hora de votar. Además, no tiene previsto cambiar de estrategia de campaña mientras que Cristina introduciría algunos cambios para conquistar el voto de los que en las primarias se volcaron hacia otros candidatos. La expresidenta aspira a salir de las elecciones como la principal figura política de la oposición. Y es probable que lo logre. Cambiemos aspira a salir de las elecciones consolidada como la principal fuerza política del país. Y todo indica que lo va lograr.

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