Las Lebac más cortas, es decir las que vencen el martes que viene con la licitación de agosto, llegaron a ofrecer ayer una tasa de 27,75% nominal anual en el mercado secundario y que en la víspera operaba en la zona del 26,30%. El martes pasado la autoridad monetaria y cambiaria decidió dejar quieta la tasa de interés de referencia, es decir la de los pases a 7 días. Ahora, fiel a su estrategia de los últimos tiempos, jugó fuerte en el mercado secundario.
Algunos analistas sostienen (es el caso de Gabriel Caamaño Gómez, de Consultora Ledesma): en época eleccionaria el BCRA no quiere salir a jugar con la tasa de referencia, cuyas subas dan la señal de que el Gobierno le quiere poner un parate a la actividad económica. También algunos analistas (es el caso de Federico Furiase, del Estudio Bein) coinciden en que los niveles de tasa actuales tienen el doble problema de no alcanzar para domar a la inflación y a la vez de molestar a la recuperación económica. Evitando meterse con la tasa, también salió a la intervenir directamente en el MULC, donde ofreció US$ 584 M El BCRA reconoció el último martes que la inflación de julio interrumpió el sendero de desinflación y dará por arriba de la de junio. Con las expectativas subiendo, el tipo de cambio metiendo presión y la necesidad de esterilizar los excedentes de las licitaciones y el desarme de pases, sigue jugando con más ímpetu en el mercado secundario que en el primario, donde la señal haría más ruido.
El BCRA combate la depreciación del tipo de cambio una vez que éste alcanzó el techo elegido de $ 18 (en línea con lo que el mercado esperaba para el precio de la divisa para fin de año, y se adelantó tras la candidatura de CFK) y amenaza con su traslado a precios. Y la época eleccionaria complica y mete ruido en las decisiones de política monetaria.
