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Analistas aún debaten qué tan sostenible es la recuperación económica

La volatilidad y los déficit gemelos le ponen incertidumbre al futuro de la actividad económica

30 agosto de 2017

Por Mariano Cúparo Ortiz

La actividad económica está en plena recuperación tras el bajón de fines de 2015 y de la mayor parte de 2016. Ahora, puestos en este punto y con la mano aún por jugarse, los analistas se debaten entre catalogar a la coyuntura como el principio de un crecimiento sostenido a futuro o catalogarlo como un punto de mejora volátil en el que todavía no está todo dicho ni mucho menos el éxito garantizado.

Es que junio dio, en el último EMAE del Indec, una mejora de 4% interanual que muchos economistas señalan como muy importante, aunque otros destacan que semejante salto interanual se explica principalmente por la flojísima base de comparación que significa un junio de 2016 que había dado -4,9%.

Pero esa no es la única grieta: para algunos analistas la macro actual, con menos cepos financieros y reales, da pista libre para un crecimiento sostenido y para otros, por el contrario, los déficit gemelos en los que transcurre la coyuntura hacen que la recuperación sea un tanto más endeble.

El director socio de Consultora Ledesma, Gabriel Caamaño Gómez, afirmó: “Hoy todavía es sólo recuperación. Eso no quita que esto no pueda dar pie a un crecimiento más sostenido. Creo que para fines de año vamos a poder empezar a hablar de crecimiento propiamente dicho, pero habrá que ver si eso implica desaceleración durante 2018. Dependerá de que se encaren las reformas que son necesarias”.

¿Se consolida el despegue?

Un informe reciente de Federico Muñoz y Asociados sostuvo: “La economía consolida su despegue. El Indec reportó que el EMAE creció en junio 0,3%, con lo que acumuló una expansión de 4% en el último año. Y, dado el proceso de saneamiento macro que ha encarado el Gobierno, creemos que son muy altas las chances de que rompamos el patrón de expansiones y recesiones recurrentes, para embarcarnos en una recuperación sostenible en el tiempo”.

El jefe de asesores del Ministerio de Hacienda, Guido Sandleris, dijo esta misma semana, en una entrevista con El Economista: “Veo que estamos empezando a sentar las bases para un período de crecimiento que puede ser largo y distinto a lo que estamos acostumbrados. Los países cambian cuando crecen muchos años seguidos. La volatilidad es muy dañina”.

En la otra vereda, el director de FyEConsult, Hernán Hirsch, instó a evitar euforias exageradas. “Noto cierta euforia y los datos muestran otra cosa. Efectivamente la economía se estabilizó en el tercer trimestre del año pasado y después comenzó una recuperación que ya acumula cuatro trimestres, y que

va para un quinto, pero aún es una recuperación”, arrancó.

Y señaló dos cuestiones que le ponen un signo de interrogación a la seguridad con la que muchos afirman que se inició un proceso de crecimiento sostenido: por un lado, si se dejan a un lado las comparaciones interanuales, que toman una base absurdamente baja ya que 2016 fue muy malo, los números desestacionalizados dan ciertas señales de volatilidad, y por otro, si bien el acceso a financiamiento permite pensar en una continuidad de la recuperación/crecimiento, los cada vez más fuertes déficit gemelos que la enmarcan minan su sostenibilidad.

Signos de pregunta

Otro informe reciente, de Invecq Consulting, destacó tres cuestiones: primero, que hacia fines de 2017 la actividad lograría superar el techo logrado en junio de 2015 (aún no se logró), segundo que la recuperación interanual se difunde cada vez hacia más sectores, siendo el de minería el único relegado, y tercero, que la recuperación se da más lenta que las anteriores (de 2009, 2012 y 2014) porque se prioriza “la fortaleza y sostenibilidad del proceso de recuperación que su velocidad”, corrigiendo desequilibrios.

Al respecto, Hirsch sostuvo: “Es probable que esta recuperación sea más prolongada que las anteriores, porque el Gobierno arregló con los holdouts y levantó

el cepo y eso alivia la restricción financiera y con crédito externo vas a poder crecer un poco más. Lo que hay que tener en cuenta, y nos obliga a ser muy cautelosos, es que esta recuperación se da con déficit gemelos: déficit fiscal y déficit externo crecientes. Y con un nivel de deuda pública y deuda externa que no son preocupantes, pero crecen a un ritmo importante. Entonces, es cierto que crecés pero se te agrandan los déficit y por ahora no lo lográs revertir”.

Además, agregó que “lo que muestran los datos es que hay recuperación pero que en el segundo trimestre la economía se desaceleró respecto al primer trimestre”. Detalló: “En términos trimestrales, el segundo desaceleró respecto al primero. No hay aceleración en el segundo trimestre. Se siguió creciendo pero un punto por debajo del trimestre anterior. El primer trimestre el desestacionalizado contra el trimestre anterior hizo 4,3% anualizado. El segundo 3,3%

anualizado. El mes a mes también es volátil, con un junio que está en 4% interanual, que es probable que lo mantenga en el tercer trimestre. Pero no vuela la economía”.

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