La inflación mayorista le agrega presión al BCRA: en julio aceleró mucho, incluso tras la fuerte aceleración que había dado junio, y llegó al 2,6% para el Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM), que había estado en 1,9% en junio. Afectados por la depreciación del tipo de cambio, los mayoristas suelen ser tomados como un anticipo de la tendencia que puede llegar a tomar el IPC.
Con un mayor componente de transables, suele suceder que ante depreciaciones del tipo de cambio, como la registrada durante el mes pasado, el Sistema de Indices de Precios Mayoristas muestre aceleraciones justo antes que los precios minoristas y en mayores proporciones. Además del 2,6% del IPIM, el informe publicado ayer por el Indec mostró al Indice de Precios Internos Básicos al por Mayor (IPIB), que excluye el factor impositivo, y el Indice de Precios Básicos del Productor (IPP), que no toma en cuenta a los importados, que dieron 2,7%.
El economista asociado de Estudio Bein /Eco Go y profesor de la maestría en finanzas de la UTDT, Federico Furiase, dijo: “La aceleración en el margen de la inflación mayorista refleja en parte el traslado a precios de la devaluación, por eso el BCRA tiene otro argumento para mantener el sesgo contractivo de la tasa de interés para mantener ancladas las expectativas de inflación luego del salto del dólar. El canal de la tasa junto con una señal de un tipo de cambio pueden ayudar a limitar ese traslado a precios”.
