“Tenemos un gran desafío. Tenemos esperanza. En equipo lo estamos haciendo posible”. Quien esto dice en uno de los spots publicitarios que empezarán a difundirse en televisión y radio desde hoy es la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal. Con los precandidatos de Cambiemos en el distrito que gobierna o sin ellos, su figura parece omnipresente en la campaña del oficialismo, como ya quedó en claro la semana pasada, con visitas a varios puntos de la provincia y decisión de apuntalar en ciudades del interior, como Mar del Plata, donde la gestión local siembra más dudas que certezas.
Ayer, por caso, la mandataria instó “a seguir abrazando la esperanza y el cambio” que comenzó en 2015, al reclamar el voto de los bonaerenses. El resultado de la última elección “fue el triunfo de un voto de cambio profundo, de rebelión y dignidad” que venció a un “sistema que de una manera mafiosa consolidó la pobreza y pretendió someter a millones de bonaerenses por muchos años”, sostuvo. La disputa pareja con la expresidenta Cristina Kirchner, precandidata por Unidad Ciudadana, obliga a mayores esfuerzos para la gobernadora. Y obliga, también, a reconsiderar algunos aspectos de la estrategia en el distrito. Por caso, la presencia de Elisa Carrió.
La diputada nacional y referente de la Coalición Cívica va por la reelección, pero no por la provincia como pretendió originalmente. Cierta incomodidad de los intendentes del PRO y de la propia gobernadora la volvió a la Ciudad de Buenos Aires. No obstante, en los últimos días, la dirigente tuvo un protagonismo en territorio bonaerense, que estará en ascenso a medida que se acerquen las elecciones, debido al tipo de confrontación que se espera y al disputa con la expresidenta.
“Necesitamos más diputados y senadores y más legisladores en la provincia para acompañar el esfuerzo enorme que Cambiemos está llevando en todo el país y especialmente en la provincia de Buenos Aires que estuvo abandonada y saqueada por décadas”, sostuvo Carrió, este fin de semana junto a Vidal y la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, en Mar del Plata.
