En medio los records que viene mostrando el Merval, algunas voces en el mercado plantean que se podría estar ante una “burbuja” que crece de la mano de las expectativas que despierta el actual gobierno.
Según dijo el trader Germán Fermo a El Economista, “el Merval y los bonos vienen traccionando hace cuatro años por la expectativa de un país mejor que todavía no convalidó y, por lo tanto, seguimos siendo a nivel económico muy parecido a la administración anterior”.
Por eso, agregó que “Argentina esta carísima y es pura expectativa”, ya que no hay una población “preocupada por sacrificarse y hacerse cargo de resolver los severos desequilibrios de la década pasada, como mostró lo que costó hacer un ajuste mínimo de tarifas”. “Hay una sociedad que critica el endeudamiento pero no quiere bajar el gasto. Por lo tanto si no se da un paso adelante, el cambio va a ser imposible y entonces estos activos financieros que están priceando el cambio están caros”, agregó.
En ese sentido, en una nota publicada ayer, Fermo sostuvo que “los activos argentinos incorporaron la valuación de un país que no existe” y que “estrictamente por fundamentos, el mercado accionario argentino debería estar muy por debajo de sus cotizaciones actuales y más aún después de la no inclusión de Argentina en el MSCI de emergentes”.
Sin embargo, otros analistas no son tan drásticos con este análisis. “Respecto a que estemos ante una especie de burbuja, hay valuaciones caras en algunos sectores, pero todavía el mercado de capitales respecto al PIB es muy bajo si uno lo compara con otros lugares como Brasil o Chile, Colombia, Perú”, aseguró el trader Matías Daghero a El Economista.
“No veo que haya una burbuja, el Merval creció con tasas del Banco Central elevadísimas, muy distinto a lo que pasa en EE.UU.: el S&P y el Nasdaq cotizan en máximos pero con la tasa de la Reserva Federal en mínimos históricos. Los últimos dos meses el Merval vino laterilazando, llegó a estar en 22.500 puntos y se enfrentó varias veces contra el techo sin poder pasarlo”, agregó.
