La ex canciller Susana Malcorra fue crítica (más en un sentido de realizar un análisis que en el de hablar mal al respecto) con la política de endeudamiento del Gobierno. Dijo que el “ritmo actual de endeudamiento no es sostenible hacia futuro y en el largo plazo” pero que “había una ventana en la cuál había que utilizarlo”.
Un puente
“Había que encontrar una solución y hacer el puente para llegar el momento en el que la economía entre en crecimiento y se resuelvan los temas estructurales de fondo. Uno de los mecanismos para hacer ese puente es la deuda. En parte es para cancelar deuda existente que tenía un costo y un interés mucho mayor”, dijo.
Malcorra aclaró que semejante crítica no es un mero pensamiento de ella sino que desde el Gobierno semejante concepto está muy claro: “El propio Presidente dice que el endeudamiento no es una solución sostenible en el largo plazo”. Y agregó: “Es cierto que hay un endeudamiento pero también es cierto que el ajustar todas las variables, como el déficit fiscal, que es esencial, depende mucho de que el motor de la economía crezca como todos aspiramos que crezca. Mientras eso empieza a moverse, y ha sido más lento de lo previsto, es importante cubrirlo de alguna manera. Pero es obvio que en algún plazo no demasiado largo se tiene que transformar en un manejo que parta de la economía genuina y el crecimiento de la economía real”.
Malcorra habló con Radio El Mundo durante una entrevista y aseguró, en la misma sintonía, que es fundamental “mantener el norte hacia una economía que crezca genuinamente, que genere trabajo real, que no dependa del subsidio y que no dependa del crecimiento del trabajo estatal”.
Elección e inversión
Además, consultada por la posibilidad de que una derrota oficial a manos de Cristina genere una mayor reticencia a la llegada de inversiones, la ex canciller relativizó: “Las inversiones no se deciden de un día para otro. El proceso de decisiones de inversión lleva un tiempo. La inversión productiva tiene un ciclo largo y, sobre todo las empresas internacionales, no las deciden de un día para otro ni tampoco sobre un evento puntual. Tienen una visión más estratégica. Lo que sí se está midiendo es si este compromiso, y este cambio de paradigma que asumieron los argentinos, se mantiene”.
Y luego afirmó: “Hay que reconocer que las elecciones de medio término son un elemento de medición pero no son definitivas porque también es cierto que la forma del armado del Congreso no va a variar esencialmente dependiendo de cómo sea el resultado. Es más un tema de señal”.
