El jefe de Gabinete, Marcos Peña se refirió ayer a la reforma laboral en Brasil y dejó la puerta abierta para avanzar en el país con modificaciones de esa índole. “Lo de Brasil nos presenta un desafío, si tenemos que competir con sus costos laborales y nuestros vecinos van modificando normativas eso, nos coloca en un desafío doble”, sostuvo.
En una entrevista publicada en el diario El Popular de la ciudad bonaerense de Olavarría, Peña apuntó que “lo importante, más que un proyecto de reforma laboral, es tener una agenda permanente de diálogo sectorial que permitan nuestra capacidad de generar trabajo”. “Acá la discusión central es cómo se genera trabajo en el Siglo XXI y en nuestro país. Creemos que la cuestión destructiva, que rechaza el diálogo, que busca boicotear las transformaciones no logra ningún otro objetivo que el de perjudicar a los trabajadores”, remarcó.
El funcionario destacó la “relevancia” de los acuerdos sectoriales que impulsa el Gobierno, y también de medidas como la modificación del Sistema de Aseguradoras de Riesgos del Trabajo, que apunta a reducir la litigiosidad. Según dijo, normativas de ese tipo “permiten romper las mafias de los juicios laborales y las que también perjudica a los trabajadores”. El funcionario insistió sobre el tema, y sostuvo que “hay una serie de vivos que lucra con el discurso de proteger al trabajador, pero lo único que hacen es llenarse de plata”.
“Hubo un sindicalismo que ha sido responsable, con el que, más allá de estar de acuerdo o no, hemos podido tener un diálogo permanente, centralizado en la CGT. Después, hay expresiones sindicales que, o porque son más de izquierda o abocan al kirchnerismo, han tenido una actitud más destructiva”, añadió.
