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La visión del BBVA sobre el futuro de las Macrinomics

Ven más crecimiento, menos inflación, cumplimientos de las metas fiscales y sugieren que Cambiemos tendrá un desempeño positivo en octubre, algo que ayudará a acelerar la agenda reformista

Alejandro Radonjic 14 julio de 2017

Por Alejandro Radonjic

El equipo del BBVA Research, que lidera la experimentada economista Gloria Sorensen, tiene una visión positiva sobre el futuro de las Macrinomics?en tanto y en cuanto Cambiemos se imponga en las elecciones legislativas que se avecinan (un escenario que, dejan entrever, bastante probable). Esa es hoy, quizás, la mayor incógnita de los tiempos que vienen. El Economista resume los puntos más importantes de su último reporte macro.

Más crecimiento

“Se confirmó que la economía continúa afirmando el ritmo de expansión, al conocerse un aumento del PIB de 1,1% intertrimestral desestacionalizado en el primer trimestre, y de 0,1% interanual en el primer trimestre de 2017”, dicen Sorensen junto a su equipo. “Este crecimiento fue mayor al esperado, pero dado que los datos parciales del segundo trimestre indican un crecimiento algo más débil que el previsto, mantenemos nuestra estimación para el año”, agregan.

Según los números del BBVA Research, el PIB se expandirá 2,8% en 2017 y hasta 3% (o más) en 2018, encadenando, así, dos años consecutivos de crecimiento, algo que no se observa desde 2010-2011. Asimismo, todos los factores de la demanda impulsarán el PIB, aunque las exportaciones algo menos de lo previsto “dado el desempeño del primer semestre”  (en rigor, y pese a lo que dicen desde Hacienda, están creciendo muy poco) y el consumo, algo más.

Hacia adelante, “el perfil de crecimiento que estimamos para 2017 deja un arrastre estadístico positivo de 1,6% para 2018, que contribuirá a sostener el aumento del PIB de 3% el año próximo”. Y si después de las elecciones se reduce la incertidumbre y se afirma la inversión privada, tanto en infraestructura como en otros sectores, dice el report, eso podría “conducir a un mayor crecimiento en 2018”.

El resultado de las elecciones parlamentarias de octubre, reconocen, sin duda tendrá impacto sobre la confianza tanto de los consumidores como de los empresarios y afectará a las decisiones de política económica. “Nuestro escenario base para 2018 asume que no hay grandes cambios en la política económica sino que se prosigue con una política fiscal relativamente laxa y una política monetaria relativamente dura, avanzando gradualmente con las reformas estructurales, pero sin un fuerte quiebre respecto a lo observado hasta ahora”, dicen desde BBVA Research. Gradualismo y siga, siga.

Desinflación avanza

La tasa de inflación se redujo a 1,3% en mayo y a 1,4% mensual en junio, luego de haber promediado 2,5% en los tres meses previos. “La baja de la inflación refleja no sólo el fin del cronograma de aumentos en precios regulados sino también una caída en la tasa de inflación subyacente (que descendió de 2% mensual a 1,55% en promedio en el bimestre) y una desaceleración del aumento de precios de alimentos”, agregan.

“Estimamos que esta tendencia decreciente de la inflación núcleo se mantendrá en los próximos meses para alcanzar un promedio de 1,1% mensual en tercer trimestre en virtud de una política monetaria que seguirá siendo relativamente dura. Considerando que se retoman los aumentos de tarifas en el cuarto, la inflación medida por el IPC GBA del Indec alcanzará 19,5% a fin de 2017”, agregan. ¿Y 2018? “También mantenemos sin cambios la previsión de 12,9% para 2018 que contempla una estabilización de la inflación subyacente en alrededor de 0,9% mensual y una incidencia de aumento de tarifas energéticas de 1,9 punto”, dicen. Es decir, (casi) en línea con las metas del BCRA: 8-12%.

Contrario a lo que dicen algunos consultores, no observan una aceleración en los precios en los próximos meses. “Los acuerdos salariales avanzan lentamente promediando aumentos entre 2123% que no suman presiones sobre la inflación y, hasta mediados de mayo, la estabilidad del tipo de cambio contribuyó a sostener las expectativas de inflación a la baja y es de esperar que los recientes episodios de volatilidad no sean trasladados mayoritariamente a precios ya que se descontaba una mayor tasa de depreciación en la segunda mitad del año”, dicen. Sin embargo, “la excepción podría estar dada por el aumento de precios de combustibles esperado para julio que obedece a la fórmula de ajuste que tiene en cuenta tanto el incremento del precio internacional del petróleo como el tipo de cambio y que tendría una incidencia cercana a 0,2 punto en la inflación de ese mes”.

Dujovne cumple

“Estimamos que no habrá dificultades para cumplir la meta de déficit primario de 4,2% del PIB este año y, de hecho, el objetivo del primer semestre se cumplirá con holgura ya que el déficit acumulado en 5 meses del año asciende sólo a 45% de la meta de la primera mitad del año, dando espacio para la mayor expansión estacional del gasto de fin de año sin poner en riesgo el objetivo anual”, dicen.

La meta de 2018 de un déficit primario de 3,2% del PIB luce más ambiciosa ya que implica una reducción del gasto de 1% del PIB a lograr básicamente a través de la reducción de subsidios energéticos y de transporte ya que, en un sendero de desinflación, debido a la Ley de Movilidad que las indexa a los aumentos salariales pasados, las jubilaciones y subsidios sociales continuarán aumentando en términos reales, explican.

Antes que nada, las urnas

Las elecciones parlamentarias de octubre se presentan como un hito ineludible a la hora de diseñar escenarios para 2018-19. “Si bien no hay aún encuestas confiables por lo reciente de la presentación de las listas de candidatos, es poco probable que luego de los comicios, cambie notoriamente la composición de fuerzas en el Congreso por lo que cada partido pone en juego según la cantidad de senadores y diputados que le toque renovar”, explican desde BBVA. Como hasta ahora, dicen, el oficialismo seguirá necesitando el apoyo de otros partidos de la oposición y de los gobernadores provinciales para conseguir la aprobación de leyes clave.

Sin embargo, el resultado de la elección de senadores por la provincia de Buenos Aires, en la medida que sea indicativo del posible resultado de la carrera presidencial del 2019, tendrá una importante influencia sobre el capital político del Gobierno y sobre la gestión de la política económica. “Un resultado fuertemente adverso para Cambiemos (al cual se le asigna muy baja probabilidad) podría aumentar la conflictividad política y la prima de riesgo país”, dicen. El consecuente encarecimiento del financiamiento externo obligaría al Gobierno a realizar un ajuste fiscal más rápido y a postergar la reforma tributaria, con un posible impacto negativo sobre el nivel de actividad económica y mayor depreciación del tipo de cambio.

“Inversamente, una victoria contundente de Cambiemos en las elecciones de octubre le daría mayor capital político al Gobierno para realizar reformas estructurales y mejorar la productividad de la economía. En este caso, una caída sustancial en el riesgo país permitiría financiar un déficit mayor y avanzar más rápidamente con la eliminación de impuestos distorsivos a nivel nacional y provincial, potenciando la competitividad y el crecimiento de mediano plazo”, explican.

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