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La CGT anunció marcha para el 22 de agosto

Tras el desalojo en PepsiCo, la central anunció una medida, pero decidió dejarla para después de las PASO

14 julio de 2017

 Por Juan Strasnoy Peyre

Presionada por las repercusiones del desalojo con represión de la planta de PepsiCo, la CGT apuró su definición. Lo que iba camino a ser el anuncio de la elaboración de un documento crítico con la gestión Cambiemos, la convocatoria a un plenario nacional y postergar la decisión sobre una posible medida en las calles, necesitó de un aditivo más para calmar las aguas: una movilización para el 22 de agosto.

“Vamos a elaborar un documento crítico, que vamos a enviar a la Casa Rosada. El 28 de julio se va a convocar a un plenario nacional en un microestadio deportivo para reunir a toda la militancia y dar a consideración los alcances de este documento y en ese lugar hacer el anuncio de una movilización de protesta para el 22 de agosto”, dijo Juan Carlos Schmid, acompañado por sus compañeros de triunvirato, Héctor Daer y Calos Acuña, durante la conferencia de prensa que dieron tras la reunión del Consejo Directivo de la central.

El llamado quedó a mitad de camino entre aquellas pretensiones fogoneadas por la mayoría de los dirigentes cegetistas y el pedido de paro general en repudio a lo sucedido en la fábrica de Florida, que hicieron escuchar durante la tarde de ayer los sectores de izquierda, o la marcha previa al 13 de agosto que agitaban los gremios del transporte.

Como anticipó ayer El Economista, ya se habían enfriado las posibilidades de una manifestación previa a las PASO por varias causas: el cierre de la paritaria de Camioneros, que apaciguó los ánimos de la tropa moyanista; el pedido de Cristina Fernández de Kirchner a los dirigentes gremiales ligados a su espacio de concentrar las fuerzas en “hacer una gran elección”; y el temor de la cúpula de la central a que el rédito político de la protesta lo pudiera capitalizar la exmandataria en los comicios.

El momento elegido para la movilización “tiene que ver con que no sea aprovechada por un sector de cara a las elecciones”, aseguró Daer y agregó que “esto no sólo se resuelve con medidas gremiales, sino que se resuelve con el voto”.

El argumento del triunviro, compartido por CFK pese a su antagonismo, fue el mismo que utilizó su hermano, Rodolfo Daer (secretario general del Sindicato de la Alimentación), para defenderse de la acusación de traición que le facturaban los trabajadores despedidos de PepsiCo por considerar que estuvo ausente durante el conflicto al limitarse a aceptar la oferta de doble indemnización de parte de la empresa. “En las elecciones de octubre se le va poner un freno, no con un paro”, lanzó ayer en el aire de Radio 10.

Así, una demostración de “toda nuestra solidaridad a nuestros compañeros que han sido reprimidos en este hecho” y la salida intermedia de convocar a marchar después de las primarias parece darle margen al triunvirato para seguir implementando su estrategia de dialogar con el Gobierno. Una alternativa que alivia al macrismo y, al mismo tiempo, cumple con el pedido de Cristina.

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