Entrevista a Sergio Drucaroff Subsecretario de Gestión Productiva
Por Carlos Boyadjian
El Gobierno lanzó el Plan PotenciAR, a partir de identificar 200 empresas medianas y grandes con posibilidades de crecimiento exportador e internacionalización de sus operaciones. En esta línea, Sergio Drucaroff, subsecretario de Gesión Productiva del Ministerio de Producción de la Nación, a cargo de la implementación del Plan PotenciAR, asegura que “la idea es ayudar a las empresas a crecer, sin que haya mudanza productiva, ni pérdida de empleos en el país”.
¿Por qué es importante para Argentina tener más cantidad de multinacionales?
En una economía cada vez más integrada globalmente, participar de cadenas globales de valor es cada vez más difícil si no tenés empresas que sean como portaviones, que adentro de esas grandes empresas las pymes puedan participar en cadenas globales de valor. Esas empresas medianas y grandes son las que definen toda la red de proveedores, son las que innovan, diseñan, lideran cómo se genera valor agregado en un determinado sector. Una cosa es insertarse sólo con pymes, que no está mal, y otra es tener empresas que por su capacidad de traccionar una red de proveedores locales van a hacer que más pymes exporten de manera indirecta. Cuando uno piensa en transnacionales argentinas piensa en Arcor, en Techint, en Aceitera General Deheza, mientras en otras cadenas tenemos empresas que no han tenido ese nivel de evolución, a pesar de que podían hacerlo.
¿En qué sectores Argentina podría jugar en las grandes ligas globales?
Tenemos empresas de porte mediano grande en sectores que uno no piensa como desarrollados. Por caso, la empresa IPH que fabrica cables para industria de petróleo y gas y también para sensores. Hace tiempo, la empresa ganó una licitación en el World Trade Center para los ascensores y le ganó a una empresa alemana. Uno no diría que Argentina tiene un sector de cables de ese perfil superdesarrollado pero sí tiene una empresa.En otras áreas es bastante más concreto, como la de maquinaria agrícola, la industria farmacéutica biotecnológica o la industria alimenticia, donde es más claro que Argentina tiene sectores muy desarrollados y empresas de este perfil.
¿Cómo identificaron las firmas?
Algunas empresas planteaban que habían dejado de ser pymes y ya no tienen acceso a bonificación de tasas, el programa de política productiva no las priorizan o las dejan directamente afuera, diciendo que al final crecieron y se quedaron sin intrumentos de apoyo. Un segundo punto es que Argentina tiene un segmento de estas empresas, consideramos unas 300 empresas, que tienen una trayectoria exportadora y además vuelcan mucha innovación. Planteamos la necesidad de que existiera un programa que atendiera a este tipo de empresas con algunos instrumentos. Estamos promoviendo una inversión en diversificación de mercado o en complejizar las exportaciones de la empresa con más valor agregado. También la presencia en otros mercados, preferentemente que no sea presencia productiva porque no queremos exportar plantas sino exportar tecnología y valor agregado desde acá. Prevemos poder asistirlos en un aterrizaje con oficinas comerciales, con desarrollo de cadenas de distribución en cada país, brindar algún servicio de postventa o presencia local que facilite tener una mejor penetración en algunos mercados.
Es decir, el objetivo es que la fabricación se haga en Argentina.
Exactamente, de hecho en los criterios de evaluación, obviamente, vamos a mirar que no haya mudanza de lo productivo a otros países porque no es el sentido del programa. La idea es ayudarlos a crecer, si hay mudanza productiva que sea lo estrictamente necesario y no una mudanza con pérdida de empleo en el país.
También se pone el acento en el desarrollo de la cadena de proveedores locales.
Sí, uno de los criterios de selección es que el impacto que tenga el proyecto traccione una red de proveedores locales.
¿El programa está pensado para crecer en América Latina?
No está focalizado por región, para algunas empresas puede ser clave entrar a Brasil, para otras vender en China como en caso del malbec, o entrar en Sudáfrica con maquinaria agrícola, mercados donde tenemos muy baja participación.
