Luego de que se conociera que el Indice de Precios al Consumidor Amplio de junio cayera 0,23%, una deflación mayor que la esperada por los analistas, volvieron a corregirse los pronósticos para la economía brasileña. Según el informe Focus que difunde semanalmente el Banco Central de Brasil, las proyecciones de inflación para 2017 pasaron de 3,46% a 3,38%. En esa misma línea, luego de varias semanas sin cambios, fue ajustado el pronóstico de la tasa Selic para diciembre de 8,50% a 8,25% y para fines de 2018 se ubicaría en 8%.
En materia de nivel de actividad, que es el dato que más importa para países como Argentina, los pronósticos no son alentadores. Esta semana volvió a corregirse a la baja el pronóstico de crecimiento del PIB en 2017 que pasó de 0,39% a 0,34% pero se mantuvo en 2% la expansión prevista para el año que viene. Se observó una leve mejora en el caso de la producción industrial porque la suba esperada para este año, que la semana pasada era de 0,66%, aumentó a 0,84% y para 2018 los analistas apuntan al 2,3%.
En el frente cambiario no se esperan grandes novedades y se estima que en diciembre de este año el dólar se cotizará a 3,35 reales y a fines de 2018 a 3,45. Hoy se está operando a 3,26. Pese a la crisis política irresuelta, los números de Brasil no muestran grandes cambios. Más aún, muchos analistas creen que puede haber mejoras sobre la base de un tipo de cambio estable, baja inflación y un amplio superávit comercial.
