Cristina Fernández de Kirchner ya está en campaña. Sin actividad, como reclamaban varios intendentes de su espacio días pasados, luego de más de una semana de hermetismo. La situación judicial (la propia y la de algunos de sus exfuncionarios) parece no amilanarla. La buena performance en la mayoría de las encuestas y la centralidad que tiene en la discusión política, a su vez, propicia un buen arranque. Con contacto directo con sus adherentes, como mostró en el acto de Arsenal, el 20 de junio pasado, y con eje en las “políticas de ajuste” del Gobierno de Cambiemos. Las dos novedades de ayer, de alguna manera, tiene que ver con eso. Por un lado, su presencia en Zárate para charlar con trabajadores despedidos de Atucha. Por el otro, la confirmación de que su segundo acto, el primero luego de la confirmación de su candidatura, será en Mar del Plata, una de las ciudades donde más se cuestiona la administración local de Cambiemos.
Línea
La última aparición pública había sido en San Martín, cuando recorrió una cooperativa con dificultades. Luego se conocieron algunas reuniones con sectores de la cultura que simpatizan con su figura y no mucho más. Ayer reapareció en la rotonda de Zárate, junto a su compañero de fórmula para las elecciones a senadores nacionales, Jorge Taiana, el intendente el intendente de Escobar, Ariel Sujarchuk, y la candidata a diputada nacional Laura Russo. “Sigan adelante tienen todo mi amor, toda mi solidaridad y desde mi lugar haré todo lo que sea posible”, señaló la expresidenta entre el grupo numeroso de trabajadores que demandaban respuestas. “Elegimos hacer política para estar al lado de los trabajadores en este tipo de momentos, cuando sus derechos y sus posibilidades de llevar adelante una vida digna se ven truncados por las políticas de ajuste”, sostuvo Sujarchuk en un comunicado. Días atrás habían estado en el lugar la cabeza de lista para la Cámara Baja, Fernanda Vallejos y el intendente local, Osvaldo Cáffaro.
Las “víctimas” de las políticas económicas de Cambiemos, como se dijo, será uno de los ejes de campaña. Las recorridas realizadas hasta aquí tienen que ver con eso, también las que se prevén pero todavía no se anuncian. “El proyecto nuclear es de los argentinos y necesitamos seguir desarrollándolo por que es la forma de mantener nuestra independencia”, agregó Cristina, en la rueda informal que se generó a su alrededor y algunos cánticos en su favor. “Sin vallas, ni escenografías armadas, ni centenares de gendarmes, ni blindajes. Bien cerquita de hombres y mujeres humildes y trabajadores”, resaltó el jefe comunal de San Antonio de Areco, Francisco “Paco” Durañona.
En la Costa
A su vez, ayer se conoció que Unidad Ciudadana tendrá su presentación formal el viernes próximo, en Mar del Plata, en un teatro céntrico de la ciudad. Con Cristina como principal centro de atención, y posiblemente también el único. Un aforo de 800 personas, más dos pantallas gigantes en la intersección de las calles San Luis y Peatonal San Martín, pronostican una buena concurrencia. Con discurso crítico hacia los gobiernos del presidente Mauricio Macri y de la gobernadora María Eugenia Vidal, pero también con anclaje local. La gestión del intendente local, Carlos Arroyo, no es bien valorada en la mayoría de las encuestas, mientras que la caída en la actividad tanto en el turismo, la pesca y la industria textil de la ciudad le asegura buena recepción. “Mar del Plata es la tercera ciudad del país con más desocupación, y fue la que con sus votos le dio la victoria a Vidal”, sostienen cerca de Cristina
