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¿Adónde invertir si las acciones bajan?

Ante estas situaciones es conveniente migrar hacia instrumentos más seguros y de menor volatilidad como bonos o Lebac

27 julio de 2017

Por Gonzalo Javier Bardin

Desde los máximos que tocó el Merval a fines de mayo, el mismo ha ajustado 6,14% en pesos, viéndose amortiguada la caída por la disparada del tipo de cambio que llegó a tocar $17,66. Ambos comportamientos son consecuencias del aumento de la volatilidad que ha ido emergiendo a medida que nos vamos acercando cada vez más a la “verdadera encuesta”: las PASO.

Las acciones que más vienen siendo castigadas por los inversores son las que más felicidades dieron en el último año y medio. Si se observa el cuadro, vemos que las acciones de Agrometal, Transener e YPF han sido de las que más cayeron.

A pesar de la tendencia bajista que presenta el Merval, ¿no hay alguna acción recomendable para comprar? ¿No han caída ya lo suficiente algunas? Bien podría ser el caso de Celulosa (CELU) que ha caído 57% desde los máximos del año pasado. Sin embargo, no hay que perder de vista el contexto en el cual se opera, ya que será esté el que marque el ritmo del mercado. Si el Merval continúa con si tendencia bajista lo más probable es que arrastre a la mayoría de las acciones, más con una volatilidad en alza.

Ante este escenario de acciones para abajo, ¿qué alternativa de inversión hay? Y si estoy comprado en acciones, ¿qué hago? ¿Sigue siendo conveniente comprar dólar a estos precios?

Antes que nada, es conveniente saber administrar las posiciones que uno tiene. Por consiguiente, en caso de que uno esté comprado en acciones y no quiera desarmar posiciones, puede venderse en futuros de Merval en ROFEX. De esta forma, lo que se pierde en la valuación de acciones, se gana con la caída del índice Merval, manteniendo estable de esta manera la valuación de la cartera. Cuando uno considere que la tormenta haya pasado, simplemente se cierra la posición de ese futuro y se le da vía libre a las acciones para que capten una potencial recuperación.

Este instrumento es cada vez más utilizado por los inversores y funciona “parcialmente” bien como cobertura. Decimos “parcialmente” ya que el Merval tiene como mayor ponderador a la acción brasileña Petrobras (APBR) y lo que estamos tratando de hedgear (cubrir) en este contexto es riesgo político argentino. Ayer el futuro (con vencimiento en septiembre) llegó a operar con una tasa implícita de tan sólo el 15%, según datos de Guido Brossa publicados en su cuenta de Twitter. Esto quiere decir que hay muchos inversores tomando posición vendedora y que no hay montos significativos que vean un Merval alcista, caso contrario comprarían haciendo subir el precio y por ende la tasa implícita.

Otra alternativa para cubrir las posiciones compradas, aunque más limitada, es el lanzamiento (venta) de opciones de compra (Call). Decimos que es limitada ya que la operatoria de opciones tiene poco volumen en general. Sólo un par de especies presentan un volumen aceptable, como Petrobras (APBR) o Galicia (GGAL). De todas formas uno puede lanzar call y la última palabra la tendrá el mercado si hay algún comprador o no. La operatoria consiste en vender tantas opciones como acciones se tenga para recibir a cambio una prima y compensar de esta manera la baja del precio en las acciones.

Una vez que hemos cubierto las posiciones que tenemos. ¿Qué hacemos con la liquidez? La primera alternativa de inversión que tiene en mente cualquier argentino, y más en momentos de riesgos, es el dólar. Probablemente se esté entrando en niveles altos si lo que uno desea es comprar dólar o dolarizar la cartera con algún instrumento. Para darnos una idea, en los últimos tres meses ha subido alrededor de 15%, rendimiento que supera ampliamente el de las Lebac.

Hay que tener en cuenta que mientras más suba el dólar más presión habrá sobre la inflación generando nuevos aumentos, algo que ni el BCRA ni el Gobierno quieren que suceda. A su vez, aún queda un monto de dólares considerables que se debe vender para financiar el déficit del Gobierno, lo cual generaría una mayor oferta de billetes empujando el precio hacia la baja.

Sin embargo, siempre hay que tener en claro que todo puede pasar. En consecuencia, es aconsejable dolarizar al menos una parte de la cartera de inversiones por si el tipo de cambio tiene nuevas subas ante determinados resultados electorales. Ante estas situaciones es conveniente migrar hacia instrumentos más seguros y de menor volatilidad como bonos o Lebac. La proporción de pesos y dólares en la cual se quiera estar dependerá de la visión de cada uno sobre estas variables.

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