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Un pacto mundial que ya comenzó a mostrar grietas

Si bien Trump buscará renegociar un nuevo pacto climático, China y la Unión Europea han salido a defender el Acuerdo de París

06 junio de 2017

 Por Vanesa D'Elía Doctora en Economía y profesora UCEMA

La decisión de la administración de Donald Trump de retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París ha causado gran revuelo en la comunidad internacional. Para tratar de entender por qué este hecho causa tanta convulsión, remitámonos a los orígenes del pacto. En las últimas décadas la comunidad científica ha aportado evidencia que revela que las actividades humanas han  aumentado  las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera, provocando el calentamiento  del planeta.

A partir de esta preocupación común, se han venido negociando en el ámbito internacional distintos marcos regulatorios para limitar las emisiones: Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático en 1992; Protocolo de Kioto en 1997 y Acuerdo de Copenhague en 2009, hasta firmarse en diciembre de 2015 el Acuerdo de París, en el que 195 naciones acordaron mantener el aumento de la temperatura mundial por debajo de 2 Cº con respecto a los niveles preindustriales, hasta limitar ese aumento a 1,5 Cº. Los compromisos ofrecidos no son vinculantes  y su incumplimiento carece de penalizaciones. En marzo de 2015 el presidente Barack Obama anunció su compromiso de recortar las emisiones entre 26 y 28% para el 2025 respecto de los niveles de 2005.

En este contexto, ¿por qué Estados Unidos toma la decisión de salir del Acuerdo? A diferencia de lo que pasó con el Protocolo de Kioto, donde la administración de George W. Bush decidió en 2001 no ratificarlo por considerar que el mundo desarrollado también debía asumir metas de reducción, cuando la administración de Trump cree que la actividad humana no es la causante del cambio climático y que detrás del Acuerdo de París hay sólo un tema comercial que debilita a la economía estadounidense.

Pero si Estados Unidos es sólo uno de los 195 países que firmaron el Acuerdo, ¿por qué su salida es tan relevante?  Si tenemos en cuenta que Estados Unidos es el segundo emisor mundial de dióxido de carbono, con 15% de las emisiones totales (China concentra el 30% y la Unión Europea ocupa el tercer puesto con el 9%), es claro que la meta fijada de los 1,5 Cº no podrá cumplirse. Más aún, diversos estudios indican que los compromisos asumidos en París significan un aumento de la temperatura de 3º C, por lo que esta decisión intensificará aún más los efectos del cambio climático.

La pregunta que surge ahora es qué pasará con  los países que sí han ratificado el Acuerdo. ¿Hasta qué punto tiene sentido sostener un compromiso que ya se sabe no obtendrá los resultados deseados? Si bien Trump buscará renegociar un nuevo pacto climático, China y la Unión Europea han salido a defender el Acuerdo, por lo que, al menos en el mediano plazo, no es de esperar que se den cambios sustanciales que modifiquen el compromiso climático mundial. Más allá de esto, es importante que Estados Unidos sea parte del pacto global porque, si no se logra un entendimiento conjunto, se abre el juego para la toma de acciones unilaterales comerciales. La Unión Europea viene estudiando desde hace un tiempo la posibilidad de aplicar ajustes en frontera para compensar los costos internos que tienen sus  industrias por tener que ajustarse a sus políticas ambientales. domésticas. En este sentido, si los productos estadounidenses no cumpliesen con determinados estándares ambientales, las ventas al Viejo Continente podrían verse afectadas, como así también las exportaciones de países menos desarrollados como el nuestro.

Como reflexión final, en física me enseñaron que la fuerza es igual a la masa por la aceleración. La masa serían los países que participan del Acuerdo (todos de acuerdo a su peso relativo), y la aceleración los tiempos establecidos para llegar a la meta. Es claro que con la salida de Estados Unidos (menos masa), el Acuerdo de París perdió fuerza. Hay que estar alertas para que una nueva negociación que vuelva a incluir a Estados Unidos no  pierda aceleración, sino todo esfuerzo para mantener la fuerza habrá sido en vano.

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