Desde afuera y desde adentro empujaron al dólar en Brasil. Ayer, la moneda estadounidense subió 1,30% y cotizaba a 3,33 reales, su mayor valor desde el 18 de mayo. El valor alcanzado ayer es superior al que los analistas de mercado esperaban para fin de año según el informe Focus del Banco Central de Brasil.
En ese comportamiento influyó la suba del dólar a nivel global luego de que varios funcionarios de la Fed, aunque con matices, ratificaron que habrá otra suba de tasas este año. La fortaleza del dólar, junto a la superproducción en varios sectores, llevó a que los índices de materias primarias tocaran sus niveles más bajos en muchos meses. Y esas no son buenas noticias para un país exportador de commodities.
Pero también pesó mucho un factor interno que fue el rechazo de una comisión del Senado al proyecto de reforma laboral que impulsa el Gobierno. Si bien queda abierta la posibilidad de que se apruebe la reforma en la sesión plenaria del Senado, reaparecieron todas las dudas sobre la capacidad de Michel Temer para llevar adelante las reformas que justifican su permanencia en el poder. Si no logra avances, muchos de los partidos aliados le retirarán su apoyo. Las dificultades de Temer para aprobar la reforma laboral anticipan un escenario complejo para modificar el sistema previsional que generan aún mayor resistencia.
Un real que se devalúa y un ajuste a la baja en los pronósticos de crecimiento económico y en particular del industrial, conforman un paquete de noticias poco favorable para Argentina.
