“Hay una parte de la ciudadanía que se referencia en el pasado, que entiende que lo que ocurría entonces era mejor para el país y eso lo representa Cristina Fernández de Kirchner mejor que nadie. Es lo que piensa un sector de los argentinos”. Quien ayer sostuvo fue el ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda Rogelio Frigerio, ante un medio rosarino. Algo que ya había trazado como clivaje posible de la campaña en una entrevista anterior, cuando sostuvo que en las próximas elecciones se define “la confirmación del cambio” o “la vuelta al pasado”.
Cambiemos tiene claro su libreto. Responsabilizar al anterior gobierno respecto de la compleja situación económica (la herencia, pero con nuevos aditamentos) y señalar los “riesgos” de volver al pasado populista, mientras hace hincapié en las denuncias de corrupción que están en la Justicia contra la gestión de Cristina. La composición de las listas, con la dirigente de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires, y de Graciela Ocaña, de Confianza Pública en la provincia tiene parte de su explicación en ese eje, que el Gobierno pretende imponer como principal clave de discusión política de ahora hasta octubre. “Es una dirigente que tiene que ver con el pasado de la Argentina y con un pasado que nos hizo daño, que nos dejó un país muy destruido, muy acabado en todo sentido”, señaló la vicepresidenta Gabriela Michetti en el mismo sentido.
Pero también el kirchnerismo hizo su aporte en esa clave. En sus primeras entrevistas como candidata a primera diputada nacional por la provincia de Buenos Aires, la economista Fernanda Vallejos tuvo que repartir sus explicaciones entre las críticas a las políticas del gobierno de Cambiemos con defensas de la anterior gestión. Sobre todo, de sus aspectos más controvertidos. “Si todos los argentinos se ponen la mano en el corazón se dan cuenta que en el último tiempo algún derecho perdieron. Estamos en un momento difícil de la Argentina”, señaló la precandidata por el espacio liderado por la expresidenta. No obstante, en la sucesión de entrevistas tuvo que responder sobre las denuncias de corrupción que pesan sobre el anterior gobierno, sobre la intervención del Indec o sobre la situación del expresidente Amado Boudou (lo consideró un perseguido político). “El poder económico, judicial y mediático que sostiene a este gobierno no para de intentar ensuciar al gabinete saliente”, sostuvo a modo de defensa.
En tanto 1País pretende combinar tanto la crítica a la situación económica con el rechazo a la anterior gestión en términos parecidos a los de Cambiemos, quedaba la incógnita respecto de cuál sería el primer eje planteado por Florencio Randazzo y su Frente Justicialista, luego de su prolongado silencio y las controversias e incertidumbres que acompañaron su cierre. En esa primera intervención, el exministro del Interior apuntó contra el Gobierno. “Si algo es imperdonable de este Gobierno es que no ha cumplido con ninguna de las promesas de campaña”, escribió en Twitter. Pero también apuntó contra las declaraciones de Vallejos. “Esta es una de las cosas que nos diferencian del espacio que conduce Cristina”, matizó.
