Entrevista a Ricardo Rouvier Consultor Por Néstor Leone
“Cristina va intentar romper el famoso techo. Va a tratar de no segmentar, con una idea más transversal socialmente y menos focalizada, en términos de que la crisis la sufren muchos sectores”, sostiene el sociólogo y consultor Ricardo Rouvier sobre los trazos posibles de la campaña de la expresidenta, luego del lanzamiento de Unidad Ciudadana.
Se habló mucho sobre la puesta en escena y el discurso de Cristina en Arsenal. ¿Qué evaluación hace al respecto?
Noté un acto con concepto, elaborado. Que, en tanto cumplió su objetivo, fue exitoso. Hubo un cambio de estética y un cambio en la manera en que se organizó. La ubicación circular de Cristina, sin ningún dirigente a su alrededor, por ejemplo. En cuanto al contenido del discurso, lo político estuvo muy suave. E hizo eje en la situación social y en la política económica, que convergió hacia algo más testimonial, con gente afectada, en una suerte de individuación de la crisis en personas de carne y hueso. Comparándolo con otros actos, donde tendía a hablar de la política internacional y nacional, fue un discurso más sensible y emotivo, que marca una línea sobre el tipo de campaña que posiblemente haga.
Entre las caracterizaciones, se dijo había apelado a una estética PRO. ¿Comparte esto o considera que es una lectura ligera o forzada?
El antecedente que asocié es el de 2011. Hubo cosas parecidas a aquella campaña. En cuanto a la puesta en escena tuvo más que ver con las campañas norteamericana o con la de Jean-Luc Mélenchon en Francia. Puede haber una asociación al PRO en tanto se habló poco de política y mucho de lo singular, pero no deja de ser una comparación forzada porque es tan diferente el discurso e, incluso, la emocionalidad que indudablemente no es fácil hacerlo.
¿Cuánto cambia para el Gobierno la irrupción electoral de Cristina?
Hay una especie de consenso en algunos analistas de que el Gobierno buscó la candidatura de Cristina a modo de orden táctico para polarizar. Ahora, dada la relevancia de su figura los riesgos existen. Nadie puede saber hoy si dentro de un mes tendrá una oleada en su favor. Se infló un oponente de peso, que tiene su propias condiciones de fortalecimiento. No se puede decir tan suelto de cuerpo “el Gobierno cumplió su objetivo, Cristina es candidata”. Entre otras cosas, porque la candidatura de Cristina es un hecho independiente del Gobierno.
Respecto a eso se habla de la fragmentación del panperonismo, con Florencio Randazzo con su frente y de Sergio Massa y el suyo, por el otro, con Cambiemos como primer beneficiario.
Todo indica que el voto al peronista kirchnerista es muy fiel. Es difícil que se mueva hacia otro lado, que haya infidelidad. Donde sí puede haber movimientos y vasos comunicantes es entre el voto del Frente Renovador y el de Randazzo. Se me hace difícil pensar que Randazzo pueda sacarles votos, en un número significativo, al conglomerado de voto kirchnerista peronista.
¿Qué tipo de campaña será la de Cristina, más allá de los esbozos del acto del martes?
Si no hay cambios sobre la marcha, lo del martes fue la introducción del libro, y los capítulos no van a ser muy diferentes. Los ejes van a ser la solidaridad frente a los que están sufriendo, con una Cristina que se ubica más en un plano de comprensión de esa situación, más que de estadista, dado que estamos frente a una elección legislativa. De poner el hombro o de poner el freno, como dijo en su discurso. Ese va a ser el estilo, entre otras cosas, para romper ese famoso techo. Va a tratar de no segmentar mucho, con una idea más transversal socialmente y menos focalizada, en términos de que la crisis la sufren muchos sectores.
