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Más diferencias entre la Casa Blanca y la Fed

La Casa Blanca y la Fed tiene visiones distintas sobre el crecimiento de EE.UU.

21 junio de 2017

Steve Mnuchin, secretario del Tesoro de Estados Unidos, insistió ayer en que la economía puede crecer entre 3% y 4% en un plazo no muy lejano y que una tasa inferior sería insatisfactoria para el Gobierno.  Pero pocos economistas consideran que ese porcentaje es alcanzable dados el estancamiento de la productividad y el bajo crecimiento de la población edad de trabajar. La Reserva Federal y la Oficina del Presupuesto del Congreso proyectan una expansión ligeramente superior al 2% durante los próximos años.

La diferencia de pronósticos es consecuencia de las distintas visiones que existen sobre la posibilidad de que el Congreso apruebe la reforma impositiva. Mnuchin cree que es posible  que se logre un acuerdo antes de fin de año y que, de esa manera, la menor carga tributaria aliente la inversión. Para el Gobierno, Estados Unidos tiene una de las mayores presiones impositivas del mundo sobre las empresas y eso frena la llegada de capitales al país.

Pero por ahora no hay certezas sobre la aprobación de la reforma impositiva, y además, muchos de sus críticos sostienen que no produciría los efectos expansivos que prevé el Gobierno.  Tampoco se lograron avances significativos con el plan de infraestructura que Donald Trump anunció durante la campaña electoral.  En la medida en que no se avance en ninguno de esos frentes, los pronósticos del ex Goldman Sachs tienen pocas posibilidades de concretarse.

Las otras voces

En un contexto de crecimiento moderado y baja inflación, Charles Evans, presidente del Banco de la Reserva Federal de Chicago sostuvo ayer que no hay motivo para acelerar la suba de tasas y que se podría esperar hasta diciembre para hacerlo. La mayoría del mercado espera que haya otra suba en septiembre  pero Evans y otros funcionarios de la Fed consideran que la tasa de inflación no lo justifica por ahora.  En los últimos tiempos, la inflación fue inferior a la que había pronosticado la entidad monetaria y por lo tanto todavía tiene margen para actuar.

Sin embargo, Janet Yellen y el presidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, William Dudley, tienen otra visión, porque si bien reconocen que la tasa de inflación no alcanza la meta del 2%, la fortaleza del mercado de trabajo terminará generando alguna  presión sobre los precios y por lo tanto no se podrá esperar hasta fin de año para continuar con la normalización monetaria.

Los mercados cambiarios reaccionaron a estas declaraciones con otra suba del dólar. El índice Bloomberg subió ayer 0,3% ayer luego de haberlo hecho 0,4% el lunes. Porque más allá de los matices, ratifican que la Fed subirá las tasas una vez más este año mientras que el resto de los bancos centrales no lo hará en el corto plazo.

Detrás de todos estos debates hay dos visiones, que se corresponden con los distintos posicionamientos políticos, sobre lo que ocurrió en los últimos años en la economía estadounidense y lo que puede pasar en los próximos. Los funcionarios de la actual administración destacan que en los últimos años, la tasa de crecimiento de la economía estadounidense fue baja en términos históricos y por eso quieren llevarla a un rango de entre 3% y 4%. Los que reivindican la gestión anterior recuerdan, que en términos relativos, tuvo un desempeño superior al de las otras economías avanzadas, lo cual permitió generar millones de empleos.

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