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Las diferencias de precios con otras ciudades llegan hasta 300%

Según un trabajo del economista Marcos Hilding Ohlsson, investigador de la Fundación Libertad y Progreso

28 junio de 2017

Según un trabajo del economista Marcos Hilding Ohlsson, investigador de la Fundación Libertad y Progreso, comprar un auto, cargar un litro de nafta, comerse una hamburguesa de una conocida marca de comida rápida o comprarse jean o zapatillas en Buenos Aires puede salir entre 10% y ¡300%! más caro que hacerlo en otras ciudades, como Lima, Santiago de Chile o Nueva York, dependiendo el caso.

“A pesar de los cambios positivos implementados por el Gobierno de Mauricio Macri en cuanto a la apertura económica, Argentina aún está comercialmente alejada del mundo. Los precios locales de bienes semidurables y durables llegan a duplicar y triplicar los de países vecinos. Los motivos no son otros que la protección arancelaria y paraarancelaria, las trabas regulatorias y las ineficiencias burocráticas que suelen estar acompañadas de corrupción y privilegios. Además, el retraso cambiario asociado al déficit fiscal financiado con endeudamiento externo también contribuye a la pérdida de competitividad”, explicó Hilding Ohlsson.

“Los precios en Argentina de algunos productos son llamativos. Una plancha cuesta hasta cuatro veces lo que cuesta en Perú, una TV el doble de lo que cuesta en Chile, botines o zapatillas el doble de lo que cuestan en estos países. Una moto cuesta un 70% más, los autos usados el 100% más”, señaló el investigador.

“Una página web, Numbeo, compara precios de distintos bienes en muchos países o ciudades del mundo. Ahí se puede comparar a Buenos Aires con otras capitales del mundo. Se puede ver que especialmente en bienes de consumo, sea ropa o zapatillas, en Argentina cuestan 40% más que en ciudades como Lima o Santiago, o incluso 30% más caros que Nueva York. En Argentina, en general los bienes transables son más caros, pero los no transables pueden llegar a ser más baratos, en especial el transporte público que sigue siendo subsidiado”, acotó Hilding Ohlsson.

En este sentido, Hilding Ohlsson propone una serie de políticas para mejorar al acceso a bienes a un buen precio para la ciudadanía, en el trabajo “Una Argentina Abierta: Las ventajas de tener una economía integrada y propuestas de cómo lograrlo”, realizado junto a Manuel Solanet.

Entre estas propuestas destaca la urgencia de desarrollar una estrategia del país para facilitar el comercio, reducir los impuestos aduaneros, reducir la discrecionalidad y las trabas para arancelarias, impulsar comerciales multilaterales y bilaterales y medidas unilaterales para facilitar el comercio, apuntar al arancel externo común y lo más bajo posible, impulsar acuerdos de libre comercio entre el Mercosur y la Alianza del Pacífico, simplificar el sistema para evitar los lobbies o privilegios, reducir al máximo la discrecionalidad en la Aduana, en los puertos abrir la Aduana 24 horas, crear un tribunal contencioso administrativo abierto 24 horas y que responda con velocidad ante diferencias en la Aduana y  no retener anticipadamente los impuestos internos.

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