A pocas horas de la publicación del IPC-GBA de mayo del Indec, el Instituto Estadístico de los Trabajadores informó que la inflación de los asalariados registrados fue de 1,8% en mayo, del 11,1% en los primeros cinco meses del año y del 24,1% interanual.
Así, las mediciones dadas a conocer por la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) respaldan los pronósticos privados que registraron para el mes pasado una desaceleración inflacionaria por debajo del 2%.
Sin embargo, la entidad planteó en un comunicado que "este registro vuelve prácticamente imposible la meta inflacionaria del gobierno del 17%" para todo el año.
Las mayores subas del mes se dieron en "Indumentaria y calzado" (3,5%) y "Vivienda y sus servicios" (3,4%), debido a la entrada en vigor de los nuevos cuadros tarifarios del agua en el Área Metropolitana de Buenos Aires. En alimentos y bebidas, la inflación mensual fue del 1,8%, idéntica al promedio del IPC-IET.
La suba del agua dio cuenta de 0,3 de los 1,8 puntos de inflación del mes y explica también por qué, al igual que en los tres meses previos, la inflación de los asalariados que menos cobran ha sido más alta que la de los demás (2%).
La UMET destacó al respecto que "a nivel interanual, la inflación del decil más bajo sigue siendo la más intensa (25,6%)". Según la entidad, "la pérdida acumulada del salario real en los 18 meses del gobierno de Cambiemos equivale al 96% de de un salario mensual".
El rector de la UMET, Nicolás Trotta, sostuvo que "el principal desafío que se le presenta al sector trabajador es lograr recomponer la capacidad de compra del salario en este contexto de aumento de precios, para poder al menos sostener la calidad de vida familiar".
"Volvemos a remarcar que las paritarias sin condicionamientos cumplen además el objetivo de recuperar el mercado interno, eje central para dinamizar nuestra estancada economía", añadió.
