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El Gobierno tiene su test clave en las PASO en un escenario buscado

Los trazos gruesos de la lectura sobre el nuevo mapa político se definirán el 13 de agosto próximo: la expectativa de los mercados y el emergente Cristina como elemento disruptivo

26 junio de 2017

El diagnóstico del gobierno sobre la falta de inversiones en el nivel prometido y los contratiempos económicos, más allá de las declaraciones optimistas de los funcionarios en cada intervención pública, tiene en el carácter reversible del sentido de las políticas llevadas a cabo hasta aquí una de sus principales clave explicativas. El informe de Morgan Stanley Capital International por el cual el país seguirá siendo fronterizo y no “emergente” como se pretendía comparte, de alguna manera, el núcleo de la caracterización. Que se refuerza con la confirmación de la candidatura de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner para disputar la senaduría en la provincia de Buenos Aires, el distrito más poblado del país.

De ahí que Cambiemos juegue mucho en estas elecciones legislativas de medio término. En las generales de octubre, que definirán la composición y las correlaciones de fuerza del Congreso; pero, sobre todo, en las del 13 de agosto, que definirán los trazos gruesos de ese nuevo mapa político. Para entonces, se tendrá una primera idea respecto de cuánto podrá el Gobierno revalidar su predominio a nivel nacional y, también, respecto de la performance de Cristina, el elemento disruptivo de la campaña, sobre la cual se especula mucho y no se tiene elementos concretos para determinar cuál será finalmente el caudal que obtenga.

La participación de la expresidenta era un hecho que el Gobierno pretendía que se diese. Para reatroalimentar la polarización existente, en la interpretación de que eso consolidaría el voto antikirchnerista y trazaría un eje lejano a la crítica por la situación económica del país. Pero, también, porque de esa manera se concretaba la vaticinada  fragmentación del peronismo. Cristina finalmente se anotó como candidata a senadora y el panperonismo participa en tres variantes, pero ese deseo deliberado no redujo la incertidumbre, mientras que los riesgos y contraindicaciones de ese escenario buscado pone a prueba al Gobierno en su primer test electoral importante.

Apuesta

Como se esperaba, el frente oficialista Cambiemos tendrá representación en 23 de los 24 distritos electorales del país, más allá de las variantes que tenga el sello en cada uno de los casos. De esta manera, logró tener la estrategia nacional con contornos más definidos que sus rivales, en un contexto en donde el peronismo jugará varios partidos diferentes en cada provincia y, en algunos casos, también al interior de varias de ellas. Pero más allá de la decisión del PRO porteño de no permitir la conformación del frente y de concurrir de manera separada con sus socios radicales, el Gobierno uno de los objetivos de máxima que pretendía: evitar las primarias, para lograr listas unificadas y restar posibilidades al desgaste prematuro. Cambiemos tendrá PASO en diez provincias.

En Santa Fe se dará uno de las primarias más anticipadas. Casa Rosada anticipó el apoyo al radical  Abor Cantard, dejando fuera de carrera a Mario Barletta, y el concejal rosarino Jorge Boasso agotó todas las instancias para que lo dejasen competir, a pesar de la adversidad de su intento. En Entre Ríos, por su parte, la lista oficial encabezada por Atilio Benedetti tendrá como rival al también radical paranaense Alejandro Carbó y a Gracia Jaroslavsky, en una provincia donde la tensión interna venía en ascenso. Pero una de las sorpresas fue Córdoba y la lista alternativa que presentará el radical Dante Rossi para desafiar la orden presidencial de respaldar la candidatura del diputado nacional Héctor Baldassi. Chaco, Santa Cruz, Catamarca, Salta, Neuquén y La Pampa son las otras provincias en donde Cambiemos tendrá primarias.

Pero la apuesta central del frente oficialista es la provincia de Buenos Aires, donde gobierna desde 2015 y que se convertirá nuevamente en “la madre de todas las batallas” (Néstor Kirchner dixit). Allí, el primer candidato a senador será el actual ministro de Educación Esteban Bullrich, secundado por la presidenta del Acumar Gladys González. El neurocientífico Facundo Manes finalmente desistió de ser candidato a diputado nacional, al no aceptar el ofrecimiento de Casa Rosada para que ocupase el segundo lugar en la lista encabezada por Graciela Ocaña. Además de la defensa cerrada de la gestión de gobierno de Cambiemos, el oficialismo apunta a que la corrupción denunciada contra el anterior gestión de Cristina sea eje de campaña. Por esa la elección de Ocaña, una de sus denunciantes (luego de haber sido ministra). Y también la de González, quien fuera interventora del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos, cercano al FpV. Línea discursiva que también sostendrá en la Ciudad, con Elisa Carrió como primer candidata y una buena presencia de la Coalición Cívica en los primeros lugares.

Clivajes

Si la corrupción denunciada contra el anterior gobierno es uno de los cortes principales, 1País también apunta a ganar terreno en provincia de Buenos Aires. La alianza del Frente Renovador de Sergio Massa con el GEN de Margarita Stolbizer, por cierto, nació como parte de ese proceso que intenta saldar cuentas con la administración de Cristina. En ese juego, Massa arriesga cierto anclaje en el peronismo más tradicional, que mira de reojo a la líder del GEN. A su vez, el frente intenta fortalecerse en cuestiones ligadas a la inseguridad o las consecuencias de las políticas económicas del macrismo.

En cuanto a Cristina, la fuerza de su candidatura rompe con varios de los escenarios considerados como posibles previamente. Como elemento disruptivo. Desechó disputar la interna con su exministro Florencio Randazzo y logró acorralarlo con un intenso movimiento de pinzas, pero no pudo incorporarlo a la lista de unidad propuesta ni dejarlo fuera de carrera. Su lista representa la impronta que pretende darle a la campaña, con fuerte crítica al gobierno de Cambiemos y candidatos inesperados según las áreas de afectación de las políticas del oficialismo. Con ella como eje, pero desde otro lugar. Con otro registro, incluso. Haciendose fuerte en el contacto directo con sus seguidores y lo que suceda con el peronismo bonaerense, de todos modos, no servirá para trazar un cuadro de situación sobre el peronismo nacional. Por cierto, no hubo estrategia nacional partidaria y cada distrito tuvo una expresión distinta. Por lo que también será difícil hacer una evaluación sumando la performance de los candidatos de Juan Manuel Urtubey en Salta, Gildo Insfrán en Formosa o los de Carlos Verna en La Pampa, para mencionar tres casos distintos de construcción política y relación con el Gobierno Nacional.

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