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El Gobierno apuesta a que la “mayoría silenciosa” perdone que la economía no convence

“La mayoría silenciosa”, así llaman en los círculos de poder al votante de este Gobierno, que tiene críticas a la gestión actual pero que “valora lo que se está haciendo, y sabe muy bien de donde venimos”

30 junio de 2017

 Por Leandro Gabin

Definitivamente el efecto electoral está impregnando la economía y las decisiones de inversión. De ahora en adelante, todo estará regido por el clima político. La irrupción de Cristina Kirchner aceleró la típica volatilidad preelectoral, pero con una salvedad: sólo el dólar acusó recibo mientras que los bonos argentinos en Nueva York -que estuvieron más pesados en la semana y mostraron caídas por el mal clima en Wall Street- demostraron un poco más de estabilidad. En Casa Rosada creen que las elecciones será un referendum de la gestión.

No sólo eso. Marcará las chances reales de Cambiemos de seguir aplicando su plan económico e institucional. Lo sabe muy bien Mauricio Macri. La consigna es apostar a “la mayoría silenciosa”. Así llaman en los círculos de poder al votante de este Gobierno, que tiene críticas a la gestión actual pero que “valora lo que se está haciendo, y sabe muy bien de dónde venimos”.

Ganar o ganar

Para que esa “mayoría silenciosa” termine votando en las elecciones a Cambiemos, el Ejecutivo mantendrá a rajatabla su gradualismo. Operarán con bisturí para que no aparezcan damnificados en plena campaña que puedan dinamitar las chances electorales. Por ende, no habrá cambios bruscos en la economía ni en las reformas que aún tiene pendiente del Gobierno, por lo menos hasta fin de año. “Si tocás algo se desmadra otra cosa. La micro argentina es un desastre. Lo que dejó el kirchnerismo es de una gravedad terrible. Por eso hay que ir solucionando las cosas en forma puntual”, advertía un funcionario de primera línea.

Los desafíos electorales del Gobierno son palpables. Pero en el exterior, y más precisamente en Wall Street, no son pesimistas. Un informe de XP Securities dice que “a pesar de las persistentes tensiones sociales y la necesidad de que la administración de Macri continúe permitiendo el ajuste de los precios relativos, tenemos que pensar que el riesgo en el frente del crecimiento económico sigue siendo positivo”.

Todos contra CFK

“Creemos que la disputa del Senado en la provincia de Buenos Aires será visto por los mercados como un referéndum sobre el desempeño de la administración Macri y también sobre la capacidad de supervivencia del kirchnerismo dentro de la política argentina”, ampliaba.

El banco de inversión cree que si la administración de Macri puede desempeñarse bien en las próximas elecciones intermedias, el Gobierno se centrará en avanzar en un agresivo plan de reforma estructural que se aprobará en 2018. Las cuestiones clave que la administración de Macri tratará de hacer frente luego de las elecciones intermedias serían implementar una reforma tributaria que reduzca el costo de hacer negocios en Argentina, seguir evolucionando en los cambios para fijar la dinámica del gasto público (especialmente en las pensiones) e implementar una reforma judicial.

No hay temor en el Gobierno por lo que pueda hacer, en el discurso, el kirchnerismo. La ex primera mandataria es asesorada en lo económico por el ex ministro Axel Kicillof y su ex vice, Emanuel Alvarez Agis. Entre ambos, junto a un grupo de economistas ligados al (ex) FpV (como Roberto Feletti y Arnaldo Bocco, por caso) están detrás del plan cristinista para octubre. Los lineamientos generales ya son conocidos y la retórica más fuerte será la de agitar los fantasmas de un default de la deuda, más precisamente del bono a 100 años que tanta polémica trajo. Criticar los aumentos de tarifas también son parte del menú K en el discurso.

Claro que el poder de daño del kirchnerismo en el Senado es muy acotado. Cambiemos no tendrá mayoría, y no la tiene ahora, pero tampoco sería relevante el poder de CFK que -casi seguramente- llegará a la Cámara Alta. “La expectativa es que sumaremos más bancas, sin tener mayoría. Pero eso nos ayudará mucho. Además, si hacemos una buena elección, el mismo peronismo no kirchnerista nos apoyará más y dejará sola a Cristina”, reflexionan desde el Gobierno.

Para el mundo inversor, las palabras de Cristina tienen un efecto acotado. “La escuchan pero nadie está en el detalle de lo que dice. No se la toman tan en serio. CFK fue una pagadora serial a los inversores. Le canceló al FMI, al Club de París y a los bonistas todo y en cash. Decir que no va a pagar un bono es ir contra lo que hizo su movimiento en los últimos diez años”, refrendaba un banquero desde Nueva York.

Precios calentitos

El Gobierno sabe que llega a los comicios con una economía mediocre que no convence a propios ni extraños. El diagnóstico es que las mejoras habrá que buscarlas con lupa. La inflación seguirá más alta de lo esperado en los próximos meses. Así lo avisó el BCRA, que esta semana decidió mantener la tasa en 26,25% porque junio está mostrando precios más arriba de lo deseado. El dato sería, como piso, una inflación de 1,5% (más elevada que en mayo). Un adiós para los que pensaban que Reconquista 266 iba a bajar las tasas en forma más rápida en el corto plazo. Ahora las apuestas son a que “en algún momento de julio” empiece el relajamiento monetario.

Pero Federico Sturzenegger sigue firme en su domar la inflación antes de empezar a bajar las tasas. “Hasta que no veamos que la desinflación es notoria no vamos a relajarnos. Tenemos que llegar al último trimestre con una inflación mensual de 1% o menos”, dicen en Reconquista 266.

Para el votante, sea partidario de Cambiemos o de las alternativas opositoras, el tema del empleo será clave. Los últimos datos del Ministerio de Trabajo muestran que el empleo registrado continuó creciendo en abril. Contra marzo sumó 12.200 nuevos puestos. De esta forma, en el primer cuatrimestre del año la creación de puestos formales asciende a 45.000.

Según un informe de LCG, la consultora fundada por Martín Lousteau, el incremento del mes se explicó por mayores contrataciones en el sector público (13.000) y bajo modalidad de monotributo (4.000). Pero los asalariados privados se redujeron en 1.400 puestos.

En términos sectoriales, la baja en los asalariados privados estuvo liderada por la industria (-2.200 y -6.200 en abril de este año), actividades empresariales (-2.200) y el agro (-2.000). La construcción siguió siendo el sector de mayores contrataciones: 3.500 en abril y 15.800 en abril (aunque todavía 28.700 puestos por debajo del máximo anterior). Y continúa el mal momento en la industria: la destrucción de empleo se mantiene por 19 meses consecutivos y en total se destruyeron casi 58.000 puestos desde el inicio de la caída.

“Pero la foto continúa mostrando un claro deterioro de la calidad del empleo: ocho de cada diez de los trabajadores incorporados son monotributistas o asalariados de casas particulares. Como positivo, los asalariados privados registraron la segunda suba consecutiva aunque explicado por baja base de comparación”, dice LCG.

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