Ayer. Almuerzo. Hotel Four Seasons. Nicolás Dujovne y su número dos, Sebastián Galiani, por un lado y las principales figuras de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), por el otro. Estaban, como se dice, todos: Paolo Rocca, Sebastián Bagó, Aldo Roggio, José Cartellone, Cristiano Rattazzi, Enrique Cristofani, Eduardo Elsztain; Julio Figueroa; Alberto Grimoldi, Alberto Hojman; Teddy Karagozian; Santiago Mignone; Martín Migoya; José Moreno; Luis Pérez Companc; Pablo Roemmers; Kurt Soland y Amadeo Vázquez, entre otros.
En un clima cordial, unos y otros intercambiaron sus visiones sobre, lógicamente, la situación de la economía vernácula. Infraestructura e impuestos fueron algunos de los ejes más señalados por los hombres de negocios. “No hubo nada muy novedoso”, reconoció uno de los presentes.
El ministro hizo una presentación y comentó sus tres ejes de trabajo: consolidación fiscal, reforma impositiva y la Ley de Responsabilidad Fiscal con las provincias. Por ahora, promesas. Aunque el Gobierno dice que el Estado ya está ajustando y que el gasto ya no crece en términos reales, los números parecen sugerir que eso aún no ocurre.
El ítem que más entusiasmó, obviamente, fue la reforma impositiva, toda vez que Argentina tiene una de las presiones impositivas más elevadas del mundo, algo que ya reconocen en el propio Gobierno. “No dio muchas precisiones, dijo que tienen que cocinarlo internamente y luego presentarlo ante el Presidente”, dijo un presente Y rescató que Dujovne se mostró abierto a sugerencias, aunque, dijo, “es difícil sugerir cosas si no tenemos la propuesta”.
Como indica el manual, el ministro pidió más inversiones. “Provistos los incentivos, la infraestructura y un sistema educativo mejorado, necesitamos que nos acompañen en ese proceso. Empresarios que respondan a esos incentivos, que salgan al mundo y lo conquisten. No hay sectores que no tengan oportunidades en el país que estamos construyendo”, señaló Dujovne.
“Igual, inversión siempre hay, aunque no en los niveles deseados para cambiar Argentina”, sostuvo un empresario presente en diálogo con El Economista. Además, reconoció que algunos empresarios internacionales estén esperando que haya más claridad política, pero dijo que los locales se guían más por factores distintos.
Tras el mitin, desde AEA emitieron un comunicado con palabras de elogio hacia el Gobierno. “Los empresarios de la AEA destacaron su acuerdo con el rumbo general del Gobierno y señalaron que el marco de previsibilidad y de reglas del juego claras que existen actualmente posibilita vislumbrar un crecimiento económico sostenible. Para ello, se han comprometido a avanzar decididamente en una agenda de productividad que contribuya a acelerar el desarrollo económico en áreas tales como la reforma impositiva, el abastecimiento energético, la baja de costos logísticos y el financiamiento para las inversiones”, manifestaron desde la central empresaria.
