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El costo de no dar PASO: Randazzo no es Sabbatella

La lógica política de Cristina, el antecedente de 2009 y los entretelones de la disputa bonaerense

19 junio de 2017

Por Juan Radonjic

Algunos analistas sostienen, que en esta elección, Florencio Randazzo puede jugar el mismo papel que Martín Sabbatella en las legislativas de 2009. En aquella oportunidad, Francisco de Nárvaez le ganó por dos puntos  a la lista que encabezaba Néstor Kirchner y que también integraban Daniel Scioli y Sergio Massa.  Y como la lista que lideraba Sabbatella obtuvo el 5,5%, muchos peronistas, con un análisis simplista, lo responsabilizaron de la derrota.

La comparación no es válida porque en aquel proceso electoral todavía no había primarias que pueden influir mucho en esta oportunidad. Para sostener sus votos en octubre, Randazzo deberá obtener un buen resultado en agosto. Si no logra, quedará en evidencia que no es un contrincante serio para el kirchnerismo ni para Cambiemos. En ese caso, muchos de los que lo apoyaron en las primarias no lo harían en las generales. ¿Adónde irían a parar esos votos? De haber aceptado las primarias, podrían ser para Cristina pero ahora tiene más posibilidades de capitalizarlos Massa.

Al negarse a competir en primarias contra su exministro, Cristina revela una concepción del poder en la que no se admite la discusión del liderazgo del proyecto. Pero puede tener consecuencias electorales negativas. Aceptar una primaria acotada y que ganaría con amplitud no tendría un mayor costo político que el de aceptar el cuestionamiento de su figura, por un breve período, por parte de quienes durante mucho tiempo aceptaron su liderazgo y fueron funcionarios de su gobierno.

Pero volviendo a Sabbatella, dejar afuera a Randazzo tiene un costo. Si se aceptaban las primarias, los votantes de Randazzo podrían tener una mayor predisposición a mantenerse dentro del espacio en las generales.  A su vez, el exministro hubiera podido intercalar algunos de sus candidatos en la lista ganadora con lo cual se verían obligados a militar por ella en octubre. Ahora, la confrontación será más dura y nada atará a Randazzo al kirchnerismo y por lo tanto es probable que muchos de sus votantes emigren al massismo entre agosto y octubre. Evitar las primarias no parece la mejor estrategia para maximizar la obtención de votos en octubre. Pero, como se sabe, Cristina razona contra lógica política.

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