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CFK y las “víctimas del ajuste”, mensaje para Macri y Randazzo

Con un multitudinario acto en Sarandí, se lanzó Unidad Ciudadana, con fuertes críticas hacia el Gobierno

21 junio de 2017

 Por Mariano Espina

Reapareció Cristina Fernández de Kirchner. A cuatro días del cierre de listas, la exmandataria hizo formal la constitución de Unidad Ciudadana, el sello que reemplazará en estos comicios al Frente para la Victoria y que aglutina a buena parte del peronismo de la provincia de Buenos Aires, con amplio respaldo de dirigentes e intendentes. Regresó a los escenarios en un colmado estadio del club Arsenal de Sarandí, en el partido de Avellaneda. No confirmó su candidatura, pero aseguró que viene a “sumarse como una más”. Poco más de un año y dos meses atrás, el 13 de abril de 2016, en la última aparición de características similares, CFK había convocado a construir un “gran frente ciudadano”.

En las consignas del acto, se indicaba no cantar el afamado “vamos a volver”. El motivo, sostener el lema del naciente espacio: “Unidad Ciudadana, para volver a tener futuro”. No obstante, el canto prohibido fue el más escuchado junto al unísono grito “Cristina senadora”, afirmación esquivada por la protagonista. En otro transcurso de la tarde, cuándo el insulto se hacía cántico (en contra del Gobierno de Mauricio Macri), la expresidenta contestó: “Pongamos las energías en organizar a los ciudadanos”.

El discurso de la exmandataria estuvo concentrado en una fuerte crítica a la gestión de Cambiemos, y enfocada en las “víctimas del ajuste”, personalizadas en el final del acto por un grupo de más de diez personas que se subieron a la pequeña tabla, mientras Cristina relataba el presente “que les tocaba enfrentar”. Becarios del Conicet, discapacitados, estudiantes y pequeños agricultores, fueron en esta oportunidad los elegidos por el equipo de campaña de CFK. “Hoy los quiero escuchar a ustedes”, había anticipado.

“Vengo a sumarme a este espacio porque, en serio, esta preocupación, esta indignación, esta tristeza que recorre a la sociedad, me conmueve también”, arengó, en las primeras participaciones, para luego agregar: “No me parece justo que estemos sufriendo ni que nos hayan desorganizado. Siento que le han desorganizado la vida a la sociedad”. Un discurso que no superó los cuarenta minutos, que por momentos sonó apagado y con algunas interrupciones. Los asistentes esperaban una confirmación. Y la ausencia de un anuncio -que no estaba previsto- generó un vacío en el final del acto. Tras la demostración de ayer, queda poco margen para que Cristina se baje de la carrera para el Senado.

“Unamos, necesitamos poner un límite, un freno a este Gobierno”, convocó minutos después, para luego contestarle a la discursiva del Gobierno: “No le hagamos el juego a los que intentan confundir hablando del pasado. Claro que hay pasado, pero sabemos que no queremos futuro con ellos”.

El Julio H. Grondona comenzó a colmarse pasadas las 12. Las agrupaciones habían iniciado la movilización temprano en la mañana. Afuera de la cancha, quedó una importante multitud. Varios, observaban casi cincuenta metros atrás asentados en la barranca de las vías del tren Roca. Otros, en pantallas ubicadas en las inmediaciones del estado provistas por Ferraresi, intendente de Avellaneda y anfitrión del evento.

Junto a Mario Secco (Ensenada) y Patricio Mussi (Berazategui, y posible candidato), Ferraresi pertenece al grupo los jefes comunales bonaerenses más fieles a CFK, que ni después de la derrota del 2015 se despegaron del núcleo duro. Pero estuvieron ayer acompañados por otras decenas de intendentes que en 2016 se mantuvieron distanciados del kirchnerismo. Entre ellos, varios se quedaron en una “avenida del medio” conciliando a las partes, y otros, conocidos como los Esmeralda (Martín Insaurralde, Fernando Gray), se terminaron por acercar a la exmandataria a medida que el calor electoral fue tomando forma y el espacio randazzista demoraba en lanzarse.

Otra de las consignas del acto fue la condición de llevar únicamente banderas de Argentina. La Cámpora, que ofició de organizadora del evento, lo acató sin excepciones, lo que se puede leer como una gesto a los intendentes más reticentes. “Que la imagen sea contundente, no les demos letra”, decía la locutora oficial minutos antes de que Cristina aparezca en escena. Tampoco se lo nombró al exministro Florencio Randazzo, que quedó aislado de la interna. Para Cristina, el único adversario es Macri. No se cantó la marcha peronista y se evitaron alusiones en ese sentido.

Entre las figuras principales que observaban en una de las tribunas traseras, aparecían Máximo Kirchner, Daniel Scioli, Fernando Espinoza y Verónica Magario, además de un importante número de diputados y legisladores. Nadie confirmó la listas y aún hay tiempo hasta el sábado. ¿Para qué apresurarse? Lo piensa Cristina y también sus potenciales contrincantes.

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