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Con cautela, el BCRA dejó quieta la tasa y no sorprendió a nadie

La tasa de política monetaria quedó otra vez inmóvil en 26,25% por la volatilidad de los precios

14 junio de 2017

Por Mariano Cúparo Ortiz

Sin sorpresas: tal como se esperaba, el BCRA dejó inmóvil la tasa de interés de política monetaria, es decir la del centro del corredor de los pases a 7 días, en 26,25%. Esto a pesar del buen dato de inflación que dio el Indec para la de mayo con una general desacelerando fuerte al 1,3% y la núcleo al 1,6%. Y a pesar de la quita de Ingresos Brutos que se aplicó sobre los pases. Un poco porque tal como dijo el presidente de la autoridad monetaria, Federico Sturzenegger, una golondrina no hace verano, y un poco porque las expectativas para el 2017, en lugar de bajar, crecieron en mayo.

Viejo hawkish

Si algo parece haber logrado el BCRA a través de su estrategia de comunicación es expresar su filosofía hawkish, como se suele decir en la jerga anglosajona a los bancos centrales restrictivos y cautos: prácticamente nadie creía que la desaceleración inflacionaria de mayo podía generar una apurada baja de tasa. Parecía obvio que hoy la tasa se iba a mantener quieta y la expectativa es en realidad que al finalizar junio aun permanezca así.

De hecho, la lectura de Sturzenegger respecto a la aceleración inflacionaria que se registró en febrero-marzo-abril es, tal como se lo expresó en el 34º Congreso del IAEF, que no se generó por la vía del tarifazo y su influencia sobre los costos, sino porque sus decisiones de política monetaria no encontraron el grado de dosificación exacto y se relajaron en exceso hacia noviembre, cuando la tasa bajó sostenidamente semana a semana y llegó a reducirse en dos puntos (desde 26,75% a 24,75%). En la misma lectura, sostuvo un Sturzenegger algo autocrítico en su capacidad de encontrar las dosis exactas de monetarismo, la desaceleración del segundo semestre del 2016 se dio por la dureza en la política monetaria del primer trimestre.

Por eso, más allá de que el comunicado de política monetaria publicado ayer por el BCRA encabezó con los datos que confirman el reingreso en la senda de la desaceleración, la decisión generó poco revuelo, por lo anunciada.

Los argumentos

El comunicado sostiene: “Como había sido anticipado en el último comunicado de política monetaria, los valores indicaron que la economía ha retomado el proceso de desinflación. La inflación nivel general fue de 1,3% y la inflación núcleo de 1,6%, ambos inferiores a los registros de abril. Con estos resultados, las variaciones interanuales del IPC GBA son de 24% para el nivel general y 24,6% para el componente núcleo.

Eso respecto a los datos que juegan con la tasa ex post. Respecto a los que modifican a la tasa ex ante las noticias no fueron tan buenas y el BCRA lo reconoció y lo sumó para argumentar su decisión. Explicó así que los más de cincuenta analistas encuestados mes a mes por el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) por la propia autoridad monetaria subieron en mayo su inflación esperada para el 2017.

“En cuanto al REM, las expectativas de inflación para 2017 aumentaron con respecto a la medición de abril de 21% a 21,6% para el nivel general del IPC-GBA y de 19% a 19,2% para su componente núcleo. La inflación esperada para los próximos doce meses, por su parte, cayó de 17,9% a 17,4% para el nivel general y de 16,2% a 16% para el núcleo. Para 2018, la inflación esperada aumentó de 14,6% a 15% para el nivel general del IPC-GBA y de 13% a 13,5% para su componente núcleo. Las expectativas se mantienen por encima de las metas de inflación de la autoridad monetaria para 2017 (12-17%) y para 2018 (812%)”, detalló. Cabe agregar que según el promedio de los consultados el IPC GBA esperado para 2017 saltó de 21,4% a 21,9%. Es decir, que la inflación esperada está en el orden del 22%.

Cautela

El analista financiero del Estudio Bein, Federico Furiase, que venía sosteniendo que la tasa se iba a quedar quieta a pesar de la quita de Ingresos Brutos sobre los pases, que implicó una suba de por sí, y a pesar del dato de mayo, celebró la actitud hawkish del BCRA: “Bien por BCRA esperando a más señales de desaceleración de la inflación antes de bajar la tasa. Así refuerza su credibilidad y apunta a entrar más confiado en un ciclo de baja de tasa. Si bien la menor inflación y la quita de Ingresos Brutos daban margen, era esperable que mantenga la cautela hasta que se consolide la desaceleración de precios”.

Para lo que viene, el BCRA confirmó que las mediciones de alta frecuencia de junio vienen dando datos favorables

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