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“El camino es correcto, pero la salida aún está lejos”

En diálogo con El Economista, Eduardo Nougués, director de Asuntos Institucionales y Legales de Ledesma, señaló que “Argentina tiene un problema de competitividad”

21 junio de 2017

Entrevista a Eduardo Nougués Director de Asuntos Institucionales

y Legales de Ledesma Por Juan Radonjic y Carlos Boyadjian

Ledesma S.A. es una compañía agroindustrial líder en la industria azucarera y un jugador de peso en la producción de papel a base de caña de azúcar. También produce cítricos (fruta fresca y jugos), al punto que es el primer exportador de naranja y el segundo de cítricos del país. Desde 2010 con la sanción de la ley de biocombustibles 26.093, Bio Ledesma tomó posiciones en la producción de bioetanol y la compañía está analizando incursionar en energía solar, participando de la Ronda 2 del plan RenovAr que el Gobierno estaría convocando en la segunda mitad del año.

De algún modo, Ledesma es un termómetro de la actividad industrial. En diálogo con El Economista, Eduardo Nougués, director de Asuntos Institucionales y Legales de Ledesma señaló que “Argentina tiene un problema de competitividad”. Admite que hay “caída del consumo interno” y un retraso cambiario que no favorece las exportaciones, pero considera que los pasos dados por el Gobierno van en el sentido correcto.

¿Qué nivel de producción proyectan para este año?

En la zafra 2017 vemos que habrá una producción menor de caña que la de 2016, básicamente por una seca muy fuerte en diciembre, enero y hasta febrero. En marzo hubo lluvia en exceso, pero la verdad es que el período fundamental para la caña es febrero y ahí tuvimos déficit hídrico. Calculamos que vamos a tener un 5% menos de producción este año.

¿Eso puede impactar en los precios o la caída es marginal para el negocio?

Este es un sector con excedentes de producción, así que esta caída va a ajustar contra la exportación. Si la producción se daba bien podíamos llegar a tener un excedente de 400.000 toneladas en todo el sector, ahora el excedente será menor, lo cual va a facilitar mucho el manejo del sector porque la exportación es a pérdida, el precio internacional está deprimido. Cuando sucede eso hay sobreoferta en el mercado interno y problemas con los precios.

¿Por qué sostienen la exportación aunque sea a pérdida?

Hay algunos mercados de exportación que hay que sostener como la cuota americana (la Argentina tiene un precio preferencial) y el mercado de Chile, que es de blanco que tiene precios razonables. El mercado internacional es spot y se negocia año por año, así que no hay una obligación de sostenerlo.

¿Hay un tema de competitividad también para entrar a mercados del exterior?

Hoy el mercado internacional está muy distorsionado por los subsidios y protecciones que aplican todos los países, es un mercado de excedentes donde los precios en general están por debajo de los costos de producción de los países más eficientes.

Obviamente, Argentina tiene hoy también un problema de competitividad, no sólo en el azúcar sino en muchos sectores industriales. Estamos con costos muy altos, tenemos los costos salariales elevados, un costo logístico que es el doble del de Brasil donde el flete es de US$50 por tonelada mientras que en Argentina es de US$100, desde la zonas productoras a los puertos. Además, el costo de los puertos también es más alto que en Brasil.

¿Cómo está la demanda interna, más allá de la exportación?

El consumo masivo fraccionado viene bajando, y el año pasado, particularmente, hubo una caída en el mercado industrial de bebidas y gaseosas. Ellos dicen que han tenido una caída del 10% y eso nos pega directamente a nosotros.

Cuál es la tendencia para este año ¿se va a recuperar?

Esperamos una pequeña mejora respecto de 2016, vemos una recuperación tanto en consumo masivo como en el mercado industrial.

Ledesma también produce bioetanol, ¿esto ayuda a compensar la caída en el negocio tradicional de la compañía?

El bioetanol está funcionando bien, es un muy buen complemento del azúcar. Estamos en este mercado desde 2010, desde que se puso en marcha. Hoy en Argentina el corte de las naftas con bioetanol es del 12% pero el Gobierno está estudiando cuál será el futuro del bioetanol y uno de los escenarios que se plantean es llevar el corte al 15%, otro es adoptar el sistema de motor flex, con un corte más alto (24%).

Es un cambio importante para la empresa.

Sí, claro. Subir del 12% actual al 15% tendría un impacto inmediato, ir al 24% sería algo de más largo plazo. Pasar al 15% es un escenario factible para el que nos estamos preparando, como por ejemplo una inversión de US$3 millones en la destilería de alcohol. La política del Gobierno es que el 50% de ese corte lo abastezca la caña de azúcar y la otra mitad el sector del maíz.

¿Cuánto representan ustedes de esa mitad del azúcar?

Ledesma debe tener poco menos del 20%. En total ya son 14 empresas que producen bioetanol, el año pasado cuando se aumentó el corte el Gobierno le dio cupo a algunas industrias azucareras que no estaban, como el Ingenio Concepción (Grupo Luque), el Ingenio Leales (Budeguer), el ingenio de Minetti, que están terminando sus inversiones ahora.

¿Qué volumen de bioetanol produce hoy la empresa?

Antes del plan de biocombustibles Ledesma producía 35/36 millones de litros de alcohol por año. Para el ejercicio que estamos comenzando ahora tenemos previsto producir 110 millones de litros. Además, Ledesma ha hecho un joint venture con Eternum Energy formando Ledesma Renovables, ahora estamos evaluando diferentes alternativas para presentarnos en el RenovAr II. Lo que estamos estudiando es básicamente energía solar en La Rioja, en Catamarca y en Jujuy, obviamente.

¿Cuál va a ser la actividad más dinámica para Ledesma?

Esperamos que el azúcar y el alcohol funcionen bien. En papel sabemos que va a seguir afectado por la caída de consumo. Pensamos que el mercado de fruta va a estar bien, aunque es un negocio más chico que los otros. Además, Ledesma tiene un negocio agropecuario (soja, carne, cereales, cítricos).

¿Cómo ve hoy el clima de negocios?

Pensamos que va a ir mejorando pero obviamente va a pasar un tiempo hasta que se puedan ir acomodando las variables. Tenemos un tema macroeconómico que debe ordenarse. Estamos con una carga tributaria muy alta, costos elevados, lo cual nos resta competitividad. Cuando se cae el consumo en el mercado interno, la posibilidad de exportar es baja porque no tenés precios competitivos. El camino es correcto pero la salida todavía está un poco lejos.

¿Cuánto representa el negocio de exportación para Ledesma?

El últmo ejercicio las exportaciones fueron US$65 millones y las ventas intenas $7.500 millones (unos US$$460 millones). Igual el negocio principal de Ledesma es el mercado interno.

¿Cómo ve la cuestión cambiaria?

Entendemos que el tipo de cambio hoy no refleja la realidad, inclusive lo reconoce el propio Gobierno.

Competitividad es la palabra clave que al sector industrial argentino le cuesta mucho.

Es verdad, la industria tiene que ser competitiva pero también el Estado, porque si te recarga con muchos impuestos, se termina afectando la competitividad de las industrias. Si el entorno no es competitivo es difícil que las empresas por sí mismas sean competitivas.

¿Ese entorno mejoró en los últimos tiempos?

Somos concientes que el Gobierno tiene un gasto público que debe financiar de alguna manera y hasta que no pueda ir reduciendo ese gasto público, tampoco puede bajarle los impuestos a las empresas porque queda desfinanciado. El Gobierno apuesta al crecimiento y que el gasto público se vaya diluyendo.

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