El Indec publicó ayer datos que complementan los difundidos la semana pasada sobre mercado de trabajo, en los que se registró un desempleo de 9,2%. El nuevo informe confirma que el sector de la población más afectado por los problemas laborales son las mujeres, y muestra un aumento en la desocupación de las mayores de 30 años que no se puede explicar ni por su edad ni por que más mujeres se hayan volcado al mercado de trabajo (la tasa de actividad se mantuvo estable), sino por un achicamiento de la demanda laboral de mujeres adultas. “Todo pasa por la macro. Aunque hablen de los brotes verdes, no arranca”, dijo a este diario el economista Jorge Paz.
Los resultados difundidos por el organismo estadístico corresponden al primer trimestre de 2017 y si bien muestran un claro aumento del desempleo respecto del trimestre pasado, cuando fue de 7,6%, están afectados por la distorsión de la estacionalidad. El problema es que es imposible compararlos con el mismo período de 2016 porque el Indec de Jorge Todesca reanudó la difusión de los resultados de la EPH recién a partir del segundo trimestre del año pasado. De todos modos, los resultados sirven para elaborar un buen mapa de situación.
Según el informe, la tasa de actividad más baja corresponde a las mujeres de hasta 29 años: 37,2%. Este número, que se explica en gran parte por la invisibilización del trabajo doméstico, empeora cuando se advierte la situación de ciertos aglomerados en particular. En el Noreste (NEA) la tasa de actividad para las mujeres de esa edad es de 24,9% y en la región Patagónica 28,8%.
Entre el primer trimestre de este año y el período anterior la tasa de actividad de las mujeres de hasta 29 años aumentó 0,3 puntos porcentuales y la de mujeres de entre 30 a 64 sólo 0,1 puntos (pasó de 64,0% a 64,1%). Sin embargo, y contra a la tendencia mencionada anteriormente, la desocupación aumentó mucho más entre las mujeres mayores de 30 (pasó de 4,8% a 6,9%: +2,1 puntos) que entre las más jóvenes (pasó de 19,7% a 20,1%: +0,4 puntos).
Los varones de hasta 29 años ostentan una tasa de actividad de 56,2% (aumentó 0,5 puntos porcentuales respecto al trimestre anterior) y los que tienen entre 30 y 64 años están en el 91,3% activos (+0,4 puntos). Entre ellos, a diferencia de las mujeres, el desempleo aumentó más entre los más jóvenes, donde pasó del 14,8% al 17,2%, que entre el segmento de 30 a 64, que pasó del 3,8% al 5,1%.
Al observar la tasa de empleo se advierte una dinámica similar. Sólo el 42,4% de las mujeres de los 31 aglomerados se encuentra ocupada (igual al último trimestre de 2016) mientra que para los varones ese porcentaje es de 63,7% (se redujo, pues en el último trimestre era de 64,1%). Las mujeres de hasta 29 años tienen una tasa de empleo de 29,7%% (igual al período anterior) y los varones de la misma edad, 46,5% (47,4 en el período anterior).
La tasa de subocupación horaria es de 9,8%, mientras que la de sobreocupación horaria asciende a 26,6%. Por otra parte, la tasa de personas que demandan empleo (incluye a los desocupados y a los que quieren sumar más horas de trabajo) es de 23,3%. En el Noreste este indicador se eleva a 36,9%, siendo el más alto de los conglomerados medidos.
