Donald Trump elevó al Congreso su primer presupuesto y aspira a que sea el punto de partida para llegar al equilibrio fiscal dentro de diez años.
El proyecto prevé recortes a distintos programas sociales y otros de menor impacto por 4,5 billones de dólares durante la próxima década.
Pero eso generará resistencias en los legisladores demócratas sino también entre los republicanos. Pero además de reducir gastos, para lograr un presupuesto balanceado, el Gobierno proyecta que el crecimiento económico llegará al 3% en 2021 y permanecerá en ese nivel hasta 2027. Pocos economistas consideran realista ese número. El bajo crecimiento poblacional (la cantidad de personas en edad de trabajar crecerá a un ritmo de sólo el 0,3% anual durante la próxima década) y la menor productividad, que caracterizó a la economía estadounidense en los últimos años, alejan la posibilidad de cumplir con el objetivo de la Casa Blanca que, por otra parte, no contempla la posibilidad de una crisis o una desaceleración del crecimiento en la próxima década. Parece una hipótesis demasiado arriesgada en un escenario global en el que no pueden descartarse sobresaltos.
Diferentes visiones
Otros organismos públicos tienen otra visión. Para la Oficina del Presupuesto del Congreso, que es independiente de los partidos, la tasa de crecimiento de largo plazo de la economía es de 1,9%. Más cauta aún es la Reserva Federal que la ubica en 1,8%.
De todas maneras, el debate será intenso en las próximas semanas porque el Presupuesto entrará en vigencia el 1 de octubre. Asociado a ese debate figura un tema central en la estrategia del Gobierno que es la reducción de impuestos.
Más datos
Ayer, el Departamento de Comercio informó que la venta de casas nuevas cayó 11,4% en marzo con relación a abril. La suba de precios y la menor oferta influyeron para esta caída superior a la que esperaba el mercado.
Hoy se conocerán las actas de la última reunión de la Reserva federal. Los analistas esperan que de ellas surja una pauta clara sobre las próximas subas de la tasa de interés. El mercado descontaba que la primera sería en la próxima reunión prevista para mediados de junio. Pero ahora la certeza es menor dada las dudas que existen sobre la capacidad de Trump para llevar adelante su agenda de gobierno. En ella ocupan un lugar muy destacado temas que son muy sensibles para el mundo de los negocios como la reducción de impuestos.
