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PASO o lista de unidad, una disyuntiva que crece en el peronismo

Luego de la reaparición televisiva de Cristina, buscan acuerdos para evitar las primarias (pero el randazzismo se resiste)

29 mayo de 2017

“La lista única no es unidad, es un acuerdo entre dirigentes. Que la gente elija”. En spots que circulan por las redes sociales o en declaraciones de algunos de sus dirigentes, esta es la frase que más repite el randazzismo por estas horas. A modo de pedido, que también puede confundirse con ruego. Luego de la reaparición televisiva de Cristina Kirchner, el jueves pasado, en la que dejó abierta la puerta para una eventual candidatura “si es necesario”, pero con lista de unidad, los sectores que apoyan la candidatura de Florencio Randazzo para las próximas elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires intentaron mostrar su decisión “irreversible” de competir en las primarias y las posibilidades de hacerlo.

Por su parte, en el kirchnerismo, la palabra de Cristina tuvo un eco renovado. Ratificó entre los convencidos el peso creciente que tendrá en campaña y aceleró los tiempos para buscar o forzar un acuerdo entre aquellos que se resisten a aceptar su ascendencia en esta nueva etapa. Ayer, la expresidenta volvió a dar señales en ese sentido, prolongando la indefinición. Señaló por Twitter que “lo que está en discusión es quién representará los intereses de amplios sectores del pueblo en octubre” y que el “establishment” está preocupado porque el PJ bonaerense compita con lista única. “Los que no tienen dudas ni dilemas ?nunca los tuvieron respecto de quienes son los dirigentes políticos que representan los intereses populares? son también los ultraminoritarios integrantes del establishment argentino”, agregó, luego de comentar una nota en columna de opinión del analista Eduardo Fidanza en La Nación sobre una posible candidatura de Cristina y los temores que generaría en algunos sectores.

Rivales

El que está con acciones en baja es el excandidato a presidente Daniel Scioli. Varios de los dirigentes más cercanos ya no reportan a La Ñata y algunos de ellos juegan en equipos rivales. Gustavo Marangoni, por caso, se acercó a Sergio Massa; Jorge Telerman, su jefe de campaña, es hoy director del complejo teatral de la Ciudad de Buenos Aires; y ex titular de ARBA durante su gestión en la provincia, Santiago Montoya, ya confirmó que apostará por Randazzo, mientras que el defensor del Pueblo bonaerense, Guido Lorenzino y entonces legislador cercano, ya hizo gestos en favor del chivilcoyano. Además, Scioli ya no aparece como invulnerable: la derrota de 2015 le pasó más facturas de lo esperado.

De todos modos, sigue recorriendo la provincia. Ayer estuvo en tierras de Massa. En Rincón de Milberg, Tigre. Sin dirigentes relevantes a su lado. Pero con el expiloto Marcos Di Palma, con ganas de incursionar en política partidaria. “Hay que revertir esta situación y sólo se puede lograr con la posibilidad que da la democracia a través del voto, para que desde el Congreso podamos decirle basta a este ajuste y a la próxima etapa que se viene, con más flexibilización laboral y más endeudamiento y nuevas subas de tarifas”, señaló. Y espera ocupar un lugar expectante en las listas del Frente para la Victoria para recuperar terreno.

Avales

Con Scioli como rival, precisamente, el randazzismo pretendía hacerse fuerte. El exministro esperaba enfrentarlo en las PASO, en la edición de las primarias presidenciales que no fueron, en 2015. Pero Scioli perdió crédito como posible cabeza de lista y Cristina decidió jugar un papel más activo. Ahora ese sector deberá mostrar que tiene un universo de apoyos más amplios que el que mostró hasta aquí, con un puñado de intendentes del Grupo Esmeralda, el Movimiento Evita, cierta presencia entre corrientes sindicales y algunos dirigentes de peso en el peronismo, como Alberto Fernández, su jefe de campaña, pero sin arrastre territorial. A modo de demostración de fuerzas. Por lo pronto, ya avisaron que no tienen intenciones de “bajarse” de las primarias y, como ejemplo de ello, el martes presentarán los avales que les permitiría competir.

Lo que descartó el sector es la posibilidad de ir por “afuera” del peronismo, como especularon algunos medios. Ayer, el mismo Fernández aseguró que si la expresidenta ganara las primarias, la acompañarían en las generales. “Obviamente, pero estamos seguro que nos va a ir muy bien”, aseguró en una entrevista con Radio Mitre. Pero advirtió que “las PASO no son un acto de ruptura” sino que “son una competencia dentro de un espacio político y el que gana pone la mayoría el que pierde pone una minoría”

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