“El punto de arranque de este Gobierno fue muy complicado por la situación en que el kirchnerismo dejó el país. Está yendo hacia el rumbo indicado, pero para mi gusto un poco lento. Corremos el riesgo de que toda la gran confianza que se está generando desde el exterior se vea afectada y las inversiones se demoren. El tema fiscal es el mayor problema. Creo que no hay una clara lucha contra el déficit, con la excusa de tener que ganar unas elecciones que no son tan trascendentes”, dijo Jorge Brito, dueño del Banco Macro, en una entrevista con Road Show.
Así, sugirió que, contrario a una visión oficial algo naif, las inversiones no lloverán ni el crecimiento se destapará mágicamente luego de octubre, aún si Cambiemos gana, y cómodo, las elecciones.
Hay problemas económicos graves y, si bien se está corrigiendo (por ejemplo, la tasa bajó de 14% a cerca de 6%), explica Brito, aún persisten. Y allí seguirán aún si Cambiemos gana las elecciones.
Uno de ellos es la famosa competitividad y el costo argentino. “Tenemos un problema de competitividad importante. Llevar al puerto desde Salta una producción de maíz o soja cuesta el 30% del precio de la cosecha”, dijo Brito.
Asimismo, el rojo fiscal es un tema a resolver en sí mismo, y por las complicaciones que genera. “El dólar va a seguir planchadísimo. Tenemos que tener mucho cuidado porque se trata de una estabilidad ficticia, generada por el ingreso de divisas provenientes de la emisión de deuda. Tampoco en el exterior le van a prestar al Estado hasta el infinito”, consideró el banquero, que pidió bajar la inflación para que bajen las tasas y repunte la inversión.
