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Massa pudo contener a Solá y ahora rivaliza con Randazzo

El líder del Frente Renovador y el exministro se disputan dirigentes y territorios

22 mayo de 2017

“Dudé en irme del Frente Renovador. Tengo muchos amigos en el randazzismo con los que me identifico plenamente”, dijo ayer el diputado nacional Felipe Solá, sobre los rumores que en las últimas semanas lo dieron distanciado de Sergio Massa y el espacio que él encabeza, y más cercano a Florencio Randazzo. Esos rumores y las negociaciones que lo tuvieron como protagonista mostraron cierta debilidad mayor en el Frente Renovador y establecieron nuevas señales de alarma en el massismo. El exministro del Interior, en su reaparición como referente peronista no cristinista, le disputa al tigrense dirigentes, armado político y también parte del electorado. El salto de Alberto Fernández y de Héctor Daer, durante la semana anterior, parecen mostrarlo.

Las miradas estuvieron puestas especialmente en Solá. El exgobernador de la provincia de Buenos Aires era codiciado por el randazzismo y existían vínculos históricos que parecían volver a canalizar. De hecho, Randazzo fue funcionario clave en las gobernaciones de Solá y su desempeño en esos años le sirvió al chivilcoyano para dar el salto al gabinete nacional, ya durante los gobiernos de Cristina Kirchner. Es cierto, la relación había quedado dañada, pero se recompuso en el último tiempo, por lo que la especulación tenía base real. Solá, quien también coqueteó con el peronismo de la Ciudad para “jugar” en ese territorio, desistiendo luego, tuvo varias reuniones con el núcleo randazzista, Alberto Fernández incluido, pero no saltó de vereda, finalmente, como se esperaba. Con el argumento de que no tenía en claro hacia dónde iba ese nuevo espacio como argumento principal. Algo parecido ocurrió hasta aquí con Facundo Moyano, que también parece más cerca de seguir en el Frente Renovador. Solá debe renovar banca; Moyano, no.

Territorio

En el massismo apuntan a contener lo que más puedan a los nombres fuertes del espacio. Saben que es una muestra de debilidad que sucedan las sangrías. Sobre todo, en las vísperas a los cierres de alianzas y de listas. Pero, además, porque esto podría dañar las posibilidades en términos territoriales profundos, entre dirigentes barriales, punteros políticos, concejales. Allí la presencia peronista en el massismo es más fuerte de lo que el espacio suele admitir.

En cuanto a la disputa por el electorado, el Frente también tiene en el randazzismo un potencial rival. La búsqueda del votante no peronista crítico del Gobierno Nacional es uno de los objetivos de Massa en su acuerdo con Margarita Stolbizer. Randazzo puede ser un adversario también en ese territorio, dado su alto conocimiento público y su voluntad de tener un papel más crítico en términos de campaña.

Factor Stolbizer

El acuerdo con la diputada del GEN, que será anunciado formalmente como alianza electoral este jueves 25, en el partido de Malvinas Argentinas, “desperonizó” en cierta forma al espacio massista, y alejó a algunas figuras como por caso el triunviro de la CGT. Aún así, durante el 2016 y hasta la aparición de Randazzo, no fue el peronismo el que le quitó más dirigentes al Renovador si no el Gobierno de Cambiemos en la provincia. El caso más destacado, el del exintendente de San Miguel y actual secretario de Gobierno, Joaquín de la Torre, figura clave del massismo en el armado bonaerense.

La aparición de Randazzo confirmó el distanciamiento de algunas figuras que habían exhibido ciertas diferencias con Massa el último año en la Cámara de Diputados. A su vez, si el randazzismo ratifica la idea de competir en las PASO dentro del PJ en todos los niveles, podría tener mayores dificultades el ya debilitado armado renovador en el interior de la provincia.

Cuando tomó fuerza la candidatura del exministro del Interior, desde el massismo dejaron trascender la versión de una posible primaria entre Randazzo y Massa. Posibilidad luego descartada por el randazzismo, que insisten en competir dentro de la estructura del Partido Justicialista. Desde lo discursivo, y en campaña contra la polarización, Massa declaró: “La interna hace dejar a todos en el mismo lugar, no nace algo nuevo o superador. La interna no va a hacer nacer algo distinto: va a poner a uno primero y a otro segundo, pero dentro del mismo paraguas”. En la misma línea, Stolbizer señaló que “Randazzo lo único que plantea es la posibilidad de una competencia con Cristina Kirchner, dispuesto a acompañarla si Cristina le gana la interna. Forma parte de ese pasado que algunos quieren recuperar”.

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