La ex presidenta del BCRA y actual Nº1 de la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE), Mercedes Marcó del Pont, no avizora el pequeño bosque del que habló Nicolás Dujovne el martes por la noche, metáfora elegida para hablar de la multiplicad de brotes verdes que, según la visión oficial, hoy exhibe la economía.
“La economía argentina economía exhibiendo una situación de insuficiencia de demanda que ancla la salida de la recesión. La pérdida salarial registrada el año pasado no se ha recompuesto y la inflación del primer cuatrimestre ?en torno al 8%? agudizó la retracción del consumo”, considera Marcó del Pont en el último informe de FIDE, difundido ayer.
Para muchos sectores productivos, agrega la economista heterodoxa (creadora del hitazo “es totalmente falso decir que la emisión genera inflación”), “este escenario se ve agravado por la creciente presión de las importaciones en un mercado interno más chico”. Durante el primer trimestre del 2017, calcula, sin recuperación del PIB las importaciones aumentaron nada menos que 25%.
Asimismo, dice, la industria continúa siendo una de las actividades más afectadas por este contexto de política económica, registrando hasta marzo un retroceso del 2,4%. “La construcción, otro de los sectores más castigados durante el último año, recién comienza a evidenciar signos de mejora, con un aumento en su nivel de actividad del 11 % en marzo, como consecuencia, fundamentalmente, de la aceleración de la obra pública”, agrega FIDE. Asimismo, “la inversión privada sigue sin aparecer” y “el magro crecimiento externo tampoco contribuye a paliar la debilidad de la demanda interna”.
¿Y cómo sigue? La desaceleración de la inflación ?hasta ubicarse en rangos del 23%-25% anual? no garantiza per se la recuperación del consumo y del PIB, dice Marcó del Pont. “La mejora de la capacidad de compra de los ingresos ?jos requiere una recomposición por encima del techo del 20% que busca imponer el oficialismo en negociaciones salariales que todavía están en curso”.
Además, “también es necesario revisar la estrategia de apertura comercial unilateral si se quiere evitar que la oferta importada consuma gran parte de los impactos dinámicos de una eventual mejora en los ingresos del trabajo”, dice FIDE, y también expresa su preocupación por el “esquema deuda-dependiente, que constituye uno de los rasgos más preocupantes del funcionamiento de la economía argentina”.
La expresidenta del BCRA ve difícil que se cumplan siquiera los pronósticos más pesimistas para el PIB, cercanos a 2%. “La inversión pública es el único componente de la demanda agregada que intensificó su dinamismo, pero su impacto será acotado dado que sólo representa el 2,3% del PIB”, explica y agrega que “la demanda global difícilmente se convierta en el futuro cercano (las proyecciones a más largo plazo tampoco mejoran demasiado) en una fuente de dinamismo para la economía argentina”.
A modo propositivo, Marcó del Pont pide potenciar el mercado interno, acrecentar los proyectos de infraestructura y administrar inteligentemente el comercio.
