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Macri, en el Te Deum

El cardenal Mario Poli, a cargo de la homilía, dijo que "no hay realidad social que no pueda ser cambiada para bien"

25 mayo de 2017

El presidente Mauricio Macri asistió hoy al Te Deum que el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Poli, ofició en la Catedral metropolitana con motivo de la celebración de los 207 años de la Revolución de Mayo.

El Jefe del Estado participó de la misa solemne junto a la primera dama, Juliana Awada, y autoridades del Gabinete nacional, la Corte Suprema de Justicia, el Congreso Nacional, las Fuerzas Armadas y el cuerpo diplomático.

Macri llegó al templo minutos antes de las 10 luego de recorrer a pie por avenida Rivadavia, ataviado con la Banda Presidencial y el bastón de mando. el trayecto que separa a la Casa de Gobierno de la Catedral.

El mandatario y la Primera Dama estuvieron acompañados durante la caminata por el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo; el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó; el titular de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti; y por los ministros del gabinete nacional.

Cuando se aproximaba a la Catedral, se sumó a la comitiva la vicepresidenta Gabriela Michetti. También asistió a la ceremonia el jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta.

A su paso, el Presidente recibió honores de la Fanfarria Alto Perú y del Regimiento Granaderos a Caballo General San Martín apostadas en el lugar.

Tras ser recibido por Poli y otras altas autoridades del arzobispado porteño, Macri ingresó al panteón y rindió un homenaje al Libertador general José de San Martín con una ofrenda floral depositada ante el mausoleo en el que descansan sus restos.

El mensaje del arzobispado

El oficio religioso estuvo a cargo del arzobispo, quien pronunció un mensaje alusivo. Llamó al diálogo en su homilía y aseguró que "no hay realidad social que no pueda ser cambiada para bien" y que "nadie puede sentirse excluido de hacer algo por el prójimo".

"Muchos pueden pensar que no hay motivo para fiesta patria cuando buena parte de nuestro pueblo no se siente invitado a este festejo porque carece de lo necesario para una vida digna", expresó Poli. "La inequidad genera violencias", alertó y pidió "dejarnos interpelar por la realidad humana que vivimos".

"La solución a nuestros desafíos internos, que algunos llaman deuda social interna, depende de nosotros, para eso es conveniente volver a apostar y confiar en las reservas morales espirituales de nuestro pueblo", concluyó.

Tras el discurso, el cardenal invitó al Presidente y a los representantes de los diferentes cultos presentes a leer una plegaria por el bienestar, la paz y la prosperidad de la Patria e impartió una bendición para todos los hogares argentinos.

Luego se entonaron los cánticos de acción de gracias, conforme a la tradición, y se cerró el Te Deum con las estrofas del Himno Nacional.

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