En abril la inflación habría sido mayor para los trabajadores y especialmente para los de los deciles más pobres: el Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET) publicó un variación de 2,4% para los asalariados formales. Número que sube hasta una inflación de 2,87% para los que tienen los menores ingresos.
La sufren más
Este miércoles se publica el IPC GBA del Indec (y el jueves el IPC CABA). Se espera que esté en el orden del 2%, índice similar al que están dando algunas mediciones privadas, como la del Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala (ITE-FGA), que dio exactamente ese número para abril.
Pero, por la mayor incidencia que tienen los servicios y los alimentos en sus canastas, es de esperar que las variaciones de los IPC sean mayores para los asalariados y especialmente los más pobres, tal como mostró el índice publicado por el IET y tal como explicó uno de sus analistas, Daniel Schteingart, que mostró que en el decil de menores ingresos los alimentos explican el 51% de los gastos mensuales (contra el 24% en el decil mayor) y los servicios cerca del 15% (contra menos del 5% para el decil más rico).
De esa forma, mientras que la inflación general para la canasta de los asalariados fue de 2,4% y para los más pobres de 2,87%, para el decil más rico de los trabajadores fue de 2%.
Año difícil
Con todo, la inflación general del IET quedó en una interanual de 27,1%. En él también se registra una diferencia importante entre el decil más pobre y el resto, especialmente contra el decil más rico. Y es que los de menores ingresos tuvieron una inflación interanual de nada menos que 29,2% y los del decil más alto una de 25,7%. Dos mundos totalmente distintos.
De esta manera, según concluye el IET en su informe del IPC para abril, la caída del salario real de los trabajadores formales fue de 3,3% respecto a noviembre de 2015. Y brindó además un dato muy interesante: si se lo toma de forma acumulada, la caída del salario real fue igual al 95% de un salario mensual promedio de los trabajadores formales (públicos y privados), población que representa al 34,2% de los hogares.
La general
Por su parte, de cara al dato más esperado de la semana, que es el IPC GBA que publicará el Indec este jueves, el 2% de inflación que dio el ITE-FGA, implicó que el primer cuatrimestre cerrara con una inflación promedio mensual de 2,1%, mucho más alta, por ahora, que el 1,3% que se necesitaba antes de empezar el año para lograr la dificilísima (y hoy, aparentemente, un poco problemática en términos de propiciar un repunte de la actividad) meta de 12-17% que se planteó el BCRA para este año. Así es que la interanual según este indicador que publica todos los meses ITEFGA llegó a 26,6%.
La que tampoco mostró una baja significativa fue la núcleo del Índice de Relevamiento de Precios (IRP) del ITE-FGA: dio 1,8%, de la mano de los efectos de segunda ronda del tarifazo y muestra una resistencia a la baja. La interanual de la núcleo, por su parte, llegó a 22,4%.
“De esta manera, la inflación acumuló en el primer cuatrimestre un alza de 8,5%, lo que implica una anualizada de 27,6%, muy por encima de la meta establecida por el BCRA. La persistencia de la inflación en niveles elevados afectó los ingresos salariales, demorando la recuperación del consumo, que continúa sin dar señales claras de crecimiento”, señaló el informe del IRP.
