De acuerdo al índice de indicadores adelantados que elabora la OCDE (una organización de países ricos con sede en Paría que Argentina aspira a integrar) para anticipar cambios de tendencia en la economía, no cabe esperar un salto importante en la tasa de crecimiento durante este año.
Según los datos difundidos ayer, sobre la base de información recolectada durante marzo, se espera que un mejor desempeño en Alemania y Canadá pero el nivel de actividad se mantendrá en su nivel actual en Estados Unidos, Japón, el Reino Unido y la mayoría de los países de la zona euro pese a que hasta hace poco, los indicadores adelantados apuntaban hacia un crecimiento más rápido. También en el caso de China se vislumbra un comportamiento estable y por lo tanto el escenario no cambiará sustancialmente para aquellos países con los que tienen un fuerte intercambio comercial y son exportadores de commodities, pero la situación será distinta en el caso de India en donde se prevé una aceleración del crecimiento en los próximos meses. El índice también detectó un cambio positivo en las tendencias económicas de Brasil y Rusia.
Optimismo excesivo
El informe de la OCDE es en buena medida decepcionante porque a fines del año pasado se esperaba que en 2017 la expansión sería mayor expansión luego de varios años de modesto crecimiento tras la salida de la crisis financiera de 2008. La propia OCDE corrigió al alza sus proyecciones de crecimiento apostando a un cambio de escenario.
Esos pronósticos se basaban en un mayor dinamismo de la economía estadounidense que sería consecuencia de una amplia reducción de impuestos y un ambicioso plan de infraestructura. Pero por hora ninguna de las dos cosas se concretó y la principal economía del mundo no llegará a crecer al 3% como pretende Donald Trump. Y si bien en 2017 la economía mundial estará mejor que en 2016, el avance no será tan significativo como se esperaba hace unos meses.
